Abanico/Ivette Estrada
Viajando en ‘El túnel del Tiempo’ podríamos constatar que la evasión de El Chapo supera la trama de grandes éxitos cinematográficos como ‘El Gran Escape’ (1963), ‘Papillón’ (1969) o ‘La Fuga de Alcatraz’ (1979)…
La evasión del siglo también confirma la vigencia del poder criminal del Cártel de Sinaloa, a pesar de los golpes que le ha dado el Gobierno.
Hace 17 meses –cuando El Chapo fue detenido por segunda vez– se presumió el principio del fin de una de las organizaciones multinacionales más poderosas del mundo. El surgimiento de nuevos grupos criminales dejaba la sensación de que la narco empresa de El Chapo había sido desplazada.
Menospreciar el poder del preso número uno –y su claque– fue el primer error.
Pero hubo tres más.
La reportera Anabel Hernández –autora del libro Los Señores del Narco– nos recordó cómo El Chapo fue capaz de organizar una huelga de hambre de más de 900 internos del Altiplano, pese a estar supuestamente neutralizado e incomunicado. “En vez de que el Gobierno Federal entendiera el desafío del reo como una alerta que ponía en riesgo la seguridad del penal, ignoró la situación, haya sido por ineficiencia o por complicidad”, nos comenta.
Otro foco rojo se encendió en febrero de este año cuando El Chapo y otros 40 capos, como Héctor Beltrán Leyva, sicarios de Los Zetas y del Cártel del Golfo, dirigieron una carta a la CNDH, quejándose por supuestas violaciones a sus derechos humanos, dentro de la prisión. “Este hecho habla de que El Chapo se estaba movilizando primero para caerle bien a los internos, hacerse amigo de sus enemigos, y al final cooptar a los custodios”, explica Anabel.
El tercer gran error de las autoridades fue permitir que diferentes personas visitaran al preso mediante la utilización de documentos falsos, violando los filtros de seguridad.
Es un hecho: El Chapo Guzmán llevaba año y medio socavando la máxima seguridad del máximo penal; tenía control total.
¿Por qué la Policía Federal y la Secretaría de Gobernación no hicieron algo, pese a tantas alertas… y la suma de todos los errores garrafales?
EL MONJE LOCO: El Chapo es topo; experto en túneles de alta tecnología, como el utilizado para escapar del Altiplano. Ha construido la mayoría de los que existen en la frontera con Estados Unidos, para el trasiego de drogas. Según expertos, a estas horas el ingeniero Guzmán estaría en su zona de confort, en algún lugar de la sierra sinaloense, resguardado por su propio ejército de fieles Antrax.
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