QBO Activo transforma salud pública en Amealco
MÉXICO, DF., 7 de agosto 2015.- Tanto en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) existe un problema de separación de funciones entre el financiamiento, la ejecución de los servicios y el sistema de pensiones, pero no se ha pensado en privatizarlo.
Así lo aseguró la doctora Gabriela Luna Ruiz, académica de la Universidad Iberoamericana, quien recalcó que tiene 30 años la historia de que los servicios de salud para los trabajadores en México están en proceso de privatización o que se van a venir abajo.
“A veces se distraen recursos de un lado para otro, ahora sí que se jala la cobija para donde hay más carencias”, destacó la académica a través de un comunicado de La Ibero.
La investigadora calificó como “sinsentido” que las grandes proveedoras de salud pública en México estén en vías de privatización y que casi al mismo tiempo se implantó un Seguro Popular que tiene 53 millones de personas que no aportan monetariamente.
Ante ello, sugirió revisar la distribución del ingreso en México para hacer una reflexión si privatizar le interesaría a cualquier empresa cuando 80 por ciento de la población no cuenta con los recursos para costear gastos médicos.
“Qué hacemos con toda la gente que no tiene poder de pago, capacidad de comprar servicios médicos, medicinas, consultas, lo dejamos morir, no; es irracional”, externó.
En el tema financiero, resaltó que si se tiene hoy una bomba de tiempo, es por el lado de las pensiones y provisiones de medicamentos que se ha visto gravemente mermada, no en los servicios de salud.