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MÉXICO, DF, 9 de agosto de 2015.- Niños más sanos y mamás más productivas y con menor riesgo a desarrollar enfermedades como el cáncer de mama y cervicouterino, así como perder peso de manera natural, son algunos de los beneficios de la lactancia materna exclusiva.
En la actualidad, cerca de 29 mil niños y niñas menores de cinco años mueren cada día, es decir, 21 por minuto, un millón al año, sobre todo por enfermedades que podrían evitarse si el recién nacido es alimentado exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida, informa la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex.
Los bebés que no son amamantados son más propensos a padecer diarrea, infecciones respiratorias y de oído, además de alergias o a desarrollar enfermedades crónicas que afectarán más adelante su vida, como las cardiopatías u obesidad.
Nutrir a los recién nacidos con la leche materna dejaría al sector salud en México importantes beneficios económicos, asegura la representante de Unicef en México, Isabel Crowley.
Afirma que el país ahorraría alrededor de 746 millones de dólares al año por todas las enfermedades que se evitarían con la lactancia materna desde bebés hasta la etapa adulta.
Lo anterior se suma al beneficio económico familiar que también representa no invertir en la compra de fórmulas lácteas artificiales o en suplementos para el recién nacido, que no tienen la misma composición de la leche materna.
“Si amamantamos al bebé desde la primera semana le estamos dando el calostro, que es la leche materna con todo lo que necesita, como una vacuna; lo que aconsejamos es que se amamante al niño hasta los seis meses”, señala.
De ahí la importancia de que todas las madres opten por la lactancia materna exclusiva aun cuando trabajen fuera de casa.
“Amamantar al bebé beneficia a las empresas, las cuales al crear un entorno que facilite a las mamás que puedan darle pecho a sus hijos reduce el ausentismo laboral, porque los bebés son más sanos y las madres no faltan al trabajo por atender a sus hijos”, comenta Crowley.
Además mejora la imagen corporativa por contar con una política en favor del amamantamiento.
En ese sentido, subraya que las empresas deben contar en el lugar de trabajo con un espacio específico para que las trabajadoras puedan amamantar a sus bebés o para extraer la leche y almacenarla de manera segura y llevarla al término de la jornada laboral a casa.
En ello, señala la representante de la Unicef en México, ya se trabaja con las autoridades laborales del país y con las empresas.
“El sector empresarial se tiene que dar cuenta y se tiene que adaptar”, porque tendrán mamás más contentas, más tranquilas y más sanas, porque previene enfermedades como el cáncer de mama, la diabetes y el síndrome metabólico, entre otras.
Asimismo, facilitar la lactancia materna exclusiva beneficia a los empleadores al dejarles un incremento de 8.0 por ciento de productividad y evita días de incapacidad.
Del 1 al 7 de agosto, al igual que en el resto del mundo, se llevó a cabo la Semana de la Lactancia.
Sin embargo, la Unicef y autoridades mexicanas decidieron seguir promoviendo durante todo el mes actividades para que el mayor número posible de mamás se sume a la campaña Di sí a la lactancia materna.
De acuerdo con datos de Unicef, en el país solamente el 14.4 por ciento de las mamás dan lactancia materna exclusiva a sus niños durante los primeros seis meses de edad y quienes trabajan fuera de casa sólo los amamantan de cuatro a nueve semanas.
Aún peor, poco más de un tercio de los bebés recién nacidos en México ha sido puesto al pecho dentro de la primera hora después del nacimiento.
Un recién nacido que recibe leche materna en los 60 minutos después de su nacimiento tiene hasta tres veces más posibilidades de sobrevivir que uno que la recibe un día después de nacer.
A lo largo de agosto, la Unicef México llevará a cabo diversas acciones, entre ellas foros y reuniones.
Ahí las mamás podrán sensibilizarse y conocer de mitos y realidades de la lactancia materna, como es la invención de que el calostro debe ser desechado porque es sucio y antihigiénico o el que no todas las mamás producen buena leche, cuando lo cierto es que todas la producen de buena calidad y suficiente.
“Amantar al bebé es la vacuna más perfecta que podemos darle a un niño, es bueno para el bebé, es bueno para la mamá, es muy bueno para México”, remata Crowley.