Xolos muerde muy f3o a Cruz Azul
Una historia de glorias, tumbos y traiciones
Los Rayos del Necaxa han estado las pasadas semanas en boca de todos y no por el hecho de que los ahora ‘hidrocálidos’ celebran este viernes su 92 aniversario sino por la desafortunada conducta de dos de sus jugadores, Luis Gorosito, originario de Uruguay, y Alejandro Molina.
Si bien el marco no es el ideal, el equipo rojiblanco, muchas veces manoseado, saqueado, cambiado de sede y hasta de nombre (llamándose Atlético Español de 1971 hasta 1982), cumple 92 años de vida y lo hace en la división de plata de la Liga MX, luego que el año pasado volvieran a caer en la final definitiva del Ascenso contra los hoy ascendidos Dorados de Sinaloa.
El otrora equipo de la década lejos está de volver a regalarle la emoción y las dichas que experimentaron los aficionados rojiblancos cuando el equipo radicaba en la capital del país.
Hoy, el Necaxa está muy lejos del lugar que ocupó en la década de los 90, cuando cosechaba títulos, enamoraba aficionados por su estilo de juego y que hasta representó al futbol nacional en el primer Mundial de Clubes, aquel que se celebró en Brasil y donde los Rayos vencieran al Real Madrid en tanda de penales con un tanto, el final, de Agustín Delgado y lograr la tercera posición.
El Necaxa pasó a la historia del futbol mexicano al ser el ganador del último torneo largo y, también, del primer torneo corto cuando decidieron hacer los torneos cada 6 meses. Los Rayos, de igual manera, se posicionaron en el radar internacional al calificar al primer torneo Mundial de Blubes y plantarle cara, primero, al Manchester United y, después, al Real Madrid a quien le arrebató su lugar en el podio.
Antes, en el recuerdo, queda la imagen de haber sido el equipo creado el 21 de agosto de 1923, cuando el inglés, William H. Frasser, Gerente General de la Compañia Luz y Fuerza, fusiona los equipos “Luz y Fuerza” y “Tranvías” y como la Federación no permitía que los equipos llevaran nombres de empresas privadas los rojiblancos adoptaron el de Necaxa, en honor al río y a la presa Necaxa, los cuales generaban la energía distribuida por la empresa.
También en el cajón de los recuerdos están los míticos 11 Hermanos. En los 30, Necaxa fue el equipo más popular de México, que en los campeonatos de 1935 y 1936, tuvo una temporada inolvidable, conquistando los títulos de Campeón de Campeones, Campeón del D.F, Campeón de Liga, Campeones Nacionales y Campeones Centroamericanos, el cual obtuvo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de El Salvador, donde los Electricistas se vistieron de la Selección Mexicana y ganaron todos sus encuentros, dando así el primer campeonato internacional para México, gracias a lo cual el periodista Francisco Martínez de la Vega los bautizó como el Campeonísimo.
En la historia de nuestro balompié quedaron grabados los nombres de aquellos 11 Hermanos: Raúl “Pipiolo” Estrada, Luis “Pichojos” Pérez, Antonio Azpiri, Vicente “Chamaco” García, Hilario “Moco” López, Tomás “Poeta” Lanz, Lorenzo “Yegua” Camarena, Julio Lores, Ignacio “Calavera” Ávila, Marcial “Ranchero” Ortiz, Guillermo “Perro” Ortega y Horacio Casarín.
La historia reporta que la primera la primera desaparición del Necaxa fue en 1942, cuando el ingeniero Frasser fue asesinado y su familia retiró al equipo ante la inminente profesionalización del futbol y despareció, inclusive, el Parque Necaxa, donde los rojiblancos vencieron en su último juego en la época amateur al España con marcador de 4-3. Los aficionados, en las gradas, el cuerpo técnico y los jugadores, en la cancha, lloraban la desaparición.
En 1950, bajo el patrocinio del Sindicato de Electricistas, presidido por el senador Juan José Rivera Rojas, Necaxa regresó al Máximo Circuito gracias a la desaparición del Asturias y España. Su debut fue en Guadalajara, en el Parque Oblatos, abarrotado por los eufóricos aficionados al club. El encuentro terminó empatado a 0. Su primer juego como local, en la ciudad de México, fue contra su acérrimo rival: el Atlante, que ganó el juego por 4-1.
Antes de que llegara 1971, (año en que desaparece de nueva cuenta para convertirse en Atlético Español) Necaxa derrotó en el estadio de Ciudad Universitaria al mítico Santos, con todo y Pelé por 4-3, con una excelsa actuación de Dante, el Morocho, Juárez. Participó en infinidad de hexagonales y pentagonales que se realizaban en la capital con la presencia de equipos de renombre (Santos, Botafogo, Spartak de Praga, River Plate…) y con una campaña de ensueño en el torneo de Copa del 66, el cual conquistaron invictos, vencieron en el Campeón de Campeones al América por 1-0 en un abarrotado inmueble del Pedregal.
Ovejero, Benhumea, Delacha, Agustín Peniche, Francisco Majewki, Javan Marinho, Antonio Mota, el Pato Baeza, Roberto El Loco Martínez, anotador del primer gol de un mexicano en el Estadio Azteca, son algunos de aquél equipo que arrastraba multitudes, uno de los más queridos en México.
Atlético Español, equipo adquirdo por empresarios español no pegó. Tuvo un solo momento de gloria, cuando diridos por el estratega uruguayo Ricardo de León, formaron el llamado Equipo Sensación (Manzo, Perucci, Tomás Boy, Vázquez del Mercado, Benito Pardo, Juan Rodríguez Jara y otros talentosos jugadores lo conformaban) y disputaron una final, contra Cruz Azul…, y la perdieron.
Después de 11 años de ser Atlético Español los directivos deciden regresarle el nombre de Necaxa, pero los aficionados no habían perdonado la traición. Los olvidaron y en dos ocasiones estuvo a punto de descender: se salvó en 1983 contra la U. de G. y en 1985 contra el Zacatepec.
A finales de 1988, Luis Fernández, dueño del Necaxa decide venderlo a Televisa, ya dueño del América y en los 90 llega nuevamente una época de oro, donde Enrique Borja, como directivo del equipo, lanza una campaña mediática enfocada a los niños que se vieron reflejados en esos colores debido a los triunfos obtenidos. Fueron, en la década de los 90, nuevamente, los campeonísimos.
Luego, dos descensos, la ida a Aguascalientes y su actual peregrinar en la división de ascenso.
Ya en un pasado cercano, por las filas del club rojiblanco durante los 92 años de vida han desfilado infinidad de estrellas del tamaño de Romano, el inolvidable Alex Aguinaga, el ‘Ratón’ Zárate, García Aspe, Nacho Ambriz, Ricardo Peláez, Luis Hernández, el ‘Cuchillo’ Herrera, Uwe Wolf, Sergio Vázquez, Ivo Basay, Pedro Pineda, Alfredo Moreno, Cuauhtémoc Blanco, Nico Navarro, Marcial Mendoza, Carlos Hermosillo, Zague, Federico Insúa, el ‘Picas’ Becerril, ‘Chema’ Higareda, Sergio Almaguer, Carlos Pavón, Nelson Maz, Víctor Lojero y, el último gran capitán, Pablo Quatrocchi. Con Pablo como líder y bastión del equipo rojiblanco se logró un ascenso histórico al ganar torneos seguidos y obtener el primer ascenso directo.
Pero después del ascenso que se dio «como de rayo» el Necaxa regresó con la misma facilidad a la segunda división principalmente por la pasividad de la directiva al mantener por demasiadas fechas al inexperto técnico Daniel Brailovsky en el banquillo, cuando el ‘Ruso’ por fin se fue llegó Sergio Bueno a intentar componer el camino pero un dudoso penal en la última fecha, en el Clausura 2011 frente al Atlante, marcó el segundo descenso del que fuera el equipo de los niños.
Los icónicos Rayos no merecen el presente que viven y menos ahora ya que el equipo rojiblanco jamás se caracterizó por tener problemas extracancha y, hasta hoy, sus mejores argumentos estaban dentro del campo de juego.