Descomplicado
Maestros, alumnos y padres de familia desean ser atendidos
En repetidas ocasiones he subido a tribuna del H. Congreso del Estado de Sinaloa para abordar diversos problemas relacionados con la política educativa y la forma en que se implementa en nuestra entidad. He sostenido, que el trabajo de nuestras autoridades en el terreno de la educación no le abonan al objetivo central planteado por la Reforma Educativa propuesta por el Presidente Enrique Peña Nieto, y por el contrario, al parecer están más interesados en cincelar proyectos personales.
Tan solo han transcurrido tres semanas de haber iniciado el Ciclo Escolar 2015-2016, y ya se registran decenas de sucesos que atentan contra el funcionamiento de las escuelas, trayendo como como consecuencia la suspensión de clases en varios planteles del estado, y lo más grave aún, acciones que atentan contra la integridad de nuestros niños.
Son varias las causas por las cuales maestros, alumnos y padres de familia han tenido que tomar instalaciones de planteles, calles, explanadas y espacios institucionales. Así, se enlistan problemas de ausencia de maestros para la atención de alumnos; falta de pago a maestros, techos que se están desprendiendo, falta y carencia de energía y subestaciones eléctricas; rechazo a la reforma educativa; fugas de gas; inundaciones por infraestructura inadecuada. Lo más lamentable de esta situación, es que ya se perdió la vida de un niño de apenas 6 años, al caerle una portería de futbol mal ubicada en el patio de una escuela.
Con estas condiciones, jamás alcanzaremos una educación de calidad como lo plantea la Reforma Educativa, e incluso lejos estamos de que nuestra niñez sea atendida de manera digna y segura.
He sostenido que la evaluación planteada por la reforma, no debe reducirse a evaluar conocimientos y aptitudes de los maestros y directivos, es correcto hacerlo, pero también debe tomarse en cuenta la necesaria evaluación de las condiciones materiales de los planteles, que por cierto cada vez que lo reclamamos, autoridades de la SEPyC nos contestan que ya se cuenta con un autodiagnóstico a nivel estatal, que de ser así el problema es más grave aún, dado que si se conoce que hay escuelas en condiciones críticas, la pregunta es, porque no se implementa un programa de resarcimiento que establezca prioridades, y con ello se atiendan deficiencias, que eviten sucesos como la irreparable pérdida de la vida de un niño.
Durante los últimos días se ha estado realizando el proceso para asignar horas-clase a los profesores que resulten “idóneos” con base en los resultados de un concurso de oposición implementado por la Secretaría de Educación Pública y Cultura del Estado de Sinaloa (SEPyC). Precisamente este tema ha sido una las causas por lo que se han manifestado públicamente algunos integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE ), y otros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) expresando su claro rechazo a algunos puntos que se establecen en las bases de la convocatoria para dicho concurso de oposición.
El problema central de este reclamo es que a maestros que han demostrado esa “idoneidad” que está exigiendo la Secretaría de Educación Pública, –es decir su capacidad académica–, los están limitando para crecer laboralmente dado que les aplican condiciones para que se les puedan asignar las horas-clase.
La explicación pública que autoridades de la SEPyC han dado a los interesados y sociedad en general es que se está apegando a lo estrictamente planteado por la convocatoria, y en ese sentido, a la normatividad definida por el Servicio Profesional Docente (SPD).
Sin embargo, una de las principales quejas de los maestros afectados es que no han tenido una atención personalizada por parte de las autoridades de la SEPyC, y que prácticamente se enteran a través de los medios de comunicación. Es lamentable y reprobable esta desatención de nuestras autoridades educativas porque los maestros son parte fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje. No es posible que la burocracia se imponga a pesar de los profesores han mostrado disposición a ser evaluados y formar parte del proceso de la Reforma Educativa que tiene como punto central la calidad de la educación en nuestro país.
El reclamo principal de los maestros es que la convocatoria del Servicio Profesional Docente afecta a sus derechos laborales, pues les impide crecer en la cantidad de horas-clase. Coinciden en que la aplicación de la convocatoria emitida representa un atropello para ellos. Lo que los maestros exigen, entonces, es que la asignación de la carga académica se realice en estricto apego al orden de prelación, y además que sea un proceso transparente.
Remarcan que el trasfondo de la convocatoria y su aplicación es el desconocimiento a las plazas que ya ejercen algunos docentes. Expresan su indignación explicando que hay maestros que han ocupado los primeros lugares en la evaluación aplicada y que no han sido considerados para que se les asigne más carga académica.
Tal petición es justa, y por ello se considera que la aplicación de este concurso para asignar horas-clase sea transparente, y en el marco de la rendición de cuentas que hoy se alienta en el país. Nuestras autoridades educativas tienen la obligación de abrir un espacio para atender las demandas que hoy reclaman los profesores.
Es válida la aspiración que nuevos maestros tienen por adquirir carga académica, pero tal anhelo no puede violentar los derechos laborales que ya tienen algunos maestros. Es por ello que demandamos una explicación clara a la exigencia que les hacen las autoridades a los profesores de renunciar a horas-base que ya tienen para poder aspirar a mejorar su situación laboral. Recordemos que los logros obtenidos son irrenunciables, más aún cuando se han derivado del esfuerzo y la capacidad.