
El éxito también depende de las matemáticas, aseguran expertos de UNAM
MÉXICO, DF., 26 de septiembre de 2015.- A un año de la desaparición de 43 normalistas y el ataque al camión del equipo de futbol Los Avispones, las investigaciones indican que al menos 111 personas han sido detenidas por su posible participación en los hechos, que una gran hoguera en el basurero de Cocula pudo haber sido el último paradero de las víctimas, pero la petición de los padres es la misma: ¿dónde están?
Los resultados del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) reavivó la lucha de los papás para abrir nuevas líneas de investigación y reiniciar las jornadas de búsqueda, después de que, con análisis científicos, la legión extranjera expusiera que las diligencias de la Procuraduría General de la República (PGR) no son completamente creíbles en la llamada “verdad histórica”.
“Sabíamos que el Gobierno de Enrique Peña Nieto mintió desde un principio, que estos resultados del basurero de Cocula cerrarían el caso y que nos resignáramos con la llamada verdad histórica, pero tuvieron que llegar personas de otros países a demostrar la ineptitud de las autoridades mexicanas”, comentó el pasado 6 de septiembre el vocero de los padres, Felipe de la Cruz, tras el informe del GIEI.
En la lectura sobre sus investigaciones, los expertos respaldaron parte de la investigación de la PGR, sin embargo, sobre el fuego e incineración de los cuerpos de los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos descartaron que esto haya sucedido por la zona geográfica y condiciones ambientales de aquel 26 de septiembre de 2014.
Destacaron que la violenta agresión contra los estudiantes pudo haber sido por la toma de un quinto autobús, el cual podría haber tenido droga en su interior y que fue secuestrado por los normalistas para trasladarse a la ciudad de Iguala.
Mientras que las autoridades se mantuvieron con la versión de que los jóvenes fueron quemados en el basurero y sustentó que la captura de 111 personas ayudó a que la “verdad histórica” este fundamentada.
Alrededor de 52 de policías de Iguala, 19 de Cocula, 40 miembros del grupo Guerreros Unidos, así como las capturas del ex alcalde José Luis Abarca Velázquez y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, han ayudado a tener más información del caso.
También las aprehensiones de Sidronio Casarrubias, presunto líder de Guerreros Unidos, y de su lugarteniente, Gildardo López Astudillo, quien habría dado la orden de asesinar y desaparecer a los alumnos, fueron los principales sospechosos sobre los hechos.
La última reunión entre los padres y el presidente Enrique Peña Nieto fue ríspida y sin alcanzar acuerdos sustanciales para avanzar con las investigaciones, ya que las ocho propuestas no fueron completamente validadas por el Gobierno federal.
Esto originó que se rompiera la comunicación en ese momento, aunque los papás estarían dispuestos a sentarse nuevamente con las autoridades para otra ocasión.