Análisis a Fondo/ Francisco Gómez Maza

Colima, el chirrión por el palito

• ¿La primera concertacesión de EPN?
• Parecida a la de Guanajuato en el 91

Dicen que a cada santo se le llega su día, pues dicen los inconformes que basta ya de los recurrentes fraudes con los que gana el PRI… y es muy posible que ya se haya negociado, no sé si en lo oscurito o en la televisión, que el tribunal electoral anule la elección de gobernador en Colima, porque a todas luces fue manipulada por el gobierno del estado encabezado por Mario Anguiano, según pruebas contundentes presentadas por el PAN al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Pero a fin de cuentas en medio de todo está la caída de la gracia presidencial del gobernador priísta.

Se repite el caso aquel de Guanajuato (1991) en el que se revirtió el triunfo del priísta Ramón Aguirre sobre Vicente Fox y, después de una concertaceción – la primera de muchas concertacesiones que norman ahora la relación entre la clase política, del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, terminó asumiendo la gubernatura Carlos Medina Plasencia, sólo que éste fue nombrado por el congreso local y, en el caso de Colima, se repondrá el proceso electoral y es muy posible que ya no repitan como candidatos ni Jorge Luis Preciado, por el PAN, ni Ignacio Peralta, por el PRI.

Al momento de redactar esta nota, aún no concluía la sesión en la cual la Sala Superior estudiaba el asunto, grave intervención oficial a favor del PRI, como siempre, y aún no existían posicionamientos definidos de los ministros de la Sala, pero pruebas presentadas por el candidato del PAN, el senador Jorge Luis Preciado, obligaron en la víspera a los magistrados a analizar a fondo el planteamiento original del magistrado Manuel González Oropeza, quien proponía mantener el triunfo del priísta peralta. O sea que lo echaron para atrás y volvieron a comenzar desde el principio. Se presume que en horas de la tarde de ayer, el pleno de los ministros daría su veredicto. Lo seguro es que habrá nuevas elecciones en la tierra de Pedro Páramo.

Por la mañana de este jueves, el PAN presentó audios como nueva prueba, donde presuntamente acreditaba que el gobierno de Colima intervino la elección de gobernador del pasado 7 de junio. Al presentar dos audios en los que se escucha al secretario de Desarrollo Social de la entidad, Roberto Salazar Velasco, solicitando el apoyo a favor de Peralta, el dirigente del albiceleste, Ricardo Anaya, indicó que, una vez que se comprueba la intervención del gobernador, Mario Anguiano, el tribunal deberá anular la elección.

La Sala Superior del Tribunal Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidió posponer para ayer jueves su resolución en torno a la elección.

Ese caso de Colima es un ejemplo de que hay veces en que la simulación funciona para bien. No hay ninguna duda de que el PRI ganó la elección del 7 de junio, pero como siempre haciendo chanchullos. Y ahora hubo alguien interesado desde adentro por entregarle a los panistas las pruebas de la intervención y manipulación que hizo el gobierno del estado priísta a favor de su candidato priísta.

Y no es que creamos que la democracia es el mejor de los caminos para nombrar a los representantes, a los empleados públicos. Pero si es lo único que tenemos, las elecciones, la votación, no podemos continuar permitiendo que los priísta o ahora los verdes, con el apoyo incondicional de Peña Nieto, sigan “ganando” cuando a todas luces ganan gracias a fraudes electorales. Eso ya no es posible. Y Colima sería el parteaguas de una concertacesión que puede ser benéfica para que las cosas sean más transparentes y gane la elección quien tenga más votos, pero ganados con el esfuerzo personal y  de grupo y no con el apoyo de los gobernantes. En Chiapas, por ejemplo, el gobernador verde echó la casa por la ventana, mucho dinero a los hambrientos, para que los verdes obtuvieran casi el carro completo.

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