Para deslizar desde este viernes, 16 pistas de hielo en CDMX
MÉXICO, DF., 30 de octubre de 2015.- Coyoacán inició este viernes el festejo de Día de Muertos con la tercera feria del Chocolate y pan de muerto, así como con la colocación de ofrendas y el desfilar de visitantes disfrazados de catrinas, de zombies y de brujitas.
El jardín Centenario se vistió de color naranja de la flor de cempasúchil, fue invadido por el olor a mole y de cochinita pibil de los tamales, a chocolate de agua y de leche típico de Oaxaca, de pan de muerto de anís y de naranja, así como de visitantes ávidos de probar las delicias que los mexicanos elaboran para recordar a sus difuntos pero que disfrutan los vivos.
Fue el jefe delegacional de Coyoacán, Valentín Maldonado, quien inauguró el Festival de Día de Muertos en Coyoacán, frente a la explanada delegacional.
En un templete cortó el listón y además mostró a una catrina monumental, recorrió los puestos, probó los tamales y el chocolate y se deleitó con sus sabores traídos desde Oaxaca, Yucatán, Chiapas, y para los que se quieran sentir internacionales, de Argentina, Grecia y hasta Rusia.
“Con estos eventos mantenemos vivas estas tradiciones, las más representativas de la cultura mexicana”, aseguró.
Además de la Feria del Chocolate, se colocaron dos ofrendas gigantes en el Jardín Hidalgo, una en honor a los 49 niños de la Guardería ABC, fallecidos en 2009, y otra en homenaje al cómico mexicano Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.
De acuerdo con el jefe delegacional, este año esperan 400 mil visitantes y una derrama económica de 80 millones de pesos, que beneficiarán a 800 familias de la demarcación.
Además de la feria habrá actividades culturales y recreativas, como las del Fandango de Calaveras, Desfile de Catrinas y el recorrido de leyendas, programadas para el domingo 1 de noviembre a las 16 y a las 18 horas, en la capilla de San Antonio de Padúa y en el Museo Nacional de la Acuarela.
Ese mismo día, en el Jardín Centenario, se presenta en el Centro Histórico de Coyoacán, la Guelaguetza, traída desde Oaxaca, acompañada de su música, sus bailes y su colorido.