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MÉXICO, DF., 31 de octubre de 2015.- El 50 por ciento de la población interna en las cárceles capitalinas son jóvenes entre 18 y 30 años de edad, lo que deriva en un desgaste del tejido social de la ciudad de México, indicó la directora de la asociación civil Modernizando el Sistema Penitenciario, Olivia Garza.
De acuerdo con la ex presidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa del DF, de los 39 mil 257 internos que había en 2014, 20 mil 19 se encuentran en este rango de edad.
«Son cifras alarmantes el saber que nuestra juventud está cayendo en prisión. Me parece que es un tema que debe ser atendido a la brevedad, pero no sólo por los tres poderes gubernamentales de la Capital, sino es momento en que la sociedad también coadyuve en la construcción de nuestra sociedad», señaló la ex diputada.
De los jóvenes presos, abundó, la mayoría cuenta con un nivel de estudios máximo de secundaria, y al ser encarcelados desempeñaban un oficio, por lo que se deben implementar políticas públicas con resultados a corto plazo para evitar no sólo que el número de jóvenes presos no aumente, sino también disminuya.
Garza señaló que en la actualidad los jóvenes no delinquen por necesidades primarias como la alimentación, sino para adquirir productos como ropa, celulares, o incluso droga.
«Nos encontramos en un momento en donde el mercado te ofrece un producto atractivo y novedoso, pero el Estado no te ofrece las oportunidades para obtener ese producto. Estamos siendo superados por el mercado y eso no puede suceder», refirió.
La activista agregó que la ciudad de México se debe de caracterizar por ser la ciudad de las oportunidades para los jóvenes, oportunidades de escuelas en todos los niveles y de empleos, pero para eso se requiere también el apoyo de la sociedad.
«La ciudadanía nunca debe rendirse ante las problemáticas actuales, debe seguir luchando para acercar a los jóvenes a las aulas, a seguir luchando para que no caigan en las redes de la drogadicción, debe ser una lucha conjunta entre Estado-Ciudadanía», concluyó.