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MÉXICO, DF., 1 de noviembre de 2015.- El artista y creador de diversas ofrendas en distintos lugares del mundo, el mexicano Felipe Ehrenberg, es también quien diseñó la Magna Ofrenda en el Zócalo capitalino, conformada por tres tzompantlis, cinco ofrendas monumentales y cuatro tapetes de aserrín en homenaje a las víctimas de los sismos del 19 de septiembre de 1985.
Entrevistado por Quadratín sobre la Magna Ofrenda (organizada por la Secretaría de Cultura del DF) y en específico por los tres tzompantlis, cuyos cráneos se iluminan de distintos colores, el artista explica que son una clara referencia a la violencia que ha azotado a México durante los últimos años, la cual ha afectado en especial a la población más joven.
Añade que colocarlos sobre la plancha del Zócalo, sobre la que él camina de manera frecuente, le representa un significado adicional.
“La mayor parte de las veces he estado en esta plancha en grandes protestas, la he visto de otra manera como un espacio a donde expresar mi ira, mi furia, eso justamente fue lo que me hizo poner los tzompantlis, porque la ofrenda en sí al 19 de septiembre es lo redondo, los tzompantlis son una referencia directa a la violencia que ha vivido México en los últimos años, que está viviendo y que desafortunadamente no parece que vaya a parar.
“Entonces todas las calaveras, usted sabe lo que es un cráneo, una calavera en los tzompantlis. Se colgaban los cráneos de los jóvenes que habían muerto en batalla y yo podría decir que la mayor parte de las víctimas que están sucediendo en México son mexicanos que han sido asesinados por mexicanos, es decir estamos en una suerte de guerra civil”, dice.
Al preguntarle al escultor y pintor si los tzompantlis que él diseñó son una manera de protestar, rechaza el planteamiento y dice que en todo caso el significado se lo dieron los artistas que desde los tiempos prehispánicos los crearon y cuyos nombres están en el olvido.
“No, esto no es una protesta. Es mucho más interesante. Los cuatro tzompantlis tienen cuatro modelos, todos son precolombinos, ya fueron hechos antes por artistas por nosotros desconocidos y yo [retomé] en homenaje a miles de artistas que existían antes de la invasión ibérica, cuyos nombres no recordamos.
“Ellos recuerdan a Goya o a Leonardo Da Vinci pero a nosotros nos quitaron la memoria y esto es algo que no podemos obviar, estos no son mi creación, mi creación cuando mucho son el papel picado que dibujé para el gran artesano Miguel Santibáñez que fue quien los picó, y los arcos por donde pasan las ánimas las hizo Lilia Perez ‘La Chaparrita’, una de las grandes floreras de Xochimilco”, refiere.
“No crean ustedes que el arte es protesta, no crean que cambia nada, a no ser que cambie un poco el estado de ánimo y sensibilidad de quien lo percibe”, aclara con una voz gruesa y pausada.
Ehrenberg acudió a la plancha del Zócalo la noche de este 31 de octubre, para ver la obra que él diseñó, y ahí se le cuestiona sobre los diversos usos del Zócalo, espacio para ferias del libro, para marchas y para enfrentamientos entre granaderos y anarcos, como el pasado 2 de octubre. El artista dice que mientras fue colocada la ofrenda él vio que fue usada para protestas, que nadie pareció escuchar.
“Durante el tiempo que estuvimos construyendo hubo un promedio de tres marchas por día que llegaban, nadie las cubría, nadie los oía, nadie salía a escucharlos, nada. Estamos en una etapa muy difícil de nuestra vida, para mí si fue una honra que me hayan invitado, confiado pero más que nada la Secretaria de Cultura, más que nada que conté con toda la confianza de todos los participantes que le entraron con entusiasmo inusitado”, afirma.
EN RECUERDO DEL 85
El artista experimental de 72 años dice que cuando ocurrió el sismo de 1985 él vivía en Tepito, pertenecía a la organización Centro de Enlace Díaz de León Tepito Indómito, la cual se unió a otras más y ayudaron al trabajo de remoción de escombros y ayuda a damnificados del terremoto.
Tres décadas después mediante una ofrenda recuerda a las víctimas de aquel movimiento telúrico que enlutó a miles de familias capitalinas.
Desde hace tres meses comenzó a trabajar en la ofrenda e ideó que en medio de los arcos donde pasan las ánimas estuviera el asta bandera, con lo que por primera vez la integró a una obra de arte, asegura.
“La diseñé toda hace tres meses de tal modo que incorporara a la bandera mexicana como parte de una gran ofrenda y considerando que la gente viene de todos los puntos cardinales la hicimos y tiene varias reminiscencias de las distintas formas que ha tenido la Plaza mayor, desde el siglo 16 era un círculo y la ofrenda, que no es un altar, obviamente está repartido en cinco módulos para permitir el paso y tiene los tradicionales siete etapas en el valle de México.
“Luego decidí flanquearlos con los tzompantlis hace tres meses y medio sin saber que después anunciarían el descubrimiento del viejo tzompantli original de los mexicas, lo que lo hace doblemente significativo. La ofrenda está dedicada a las víctimas del 19 de septiembre que a mí me tocó muy cerca porque yo estaba en Tepito y pasé ahí 13 años”.
El artista reconocido a nivel internacional habla sobre el desplome de una estructura de los tzompantlis, ocurrida alrededor del mediodía del 31 de octubre.
“Ayer mismo vino un contingente de mujeres tepiteñas, muchas de ellas habían perdido familiares e hijos y vinieron a darle una limpia y a bendecir. Yo creo que no hicieron muy bien su trabajo porque ahora en la mañana justo cuando acababa de abrir la plancha le quitaron las vallas y entró una sola ráfaga de aire a más de 90 kilómetros de hora y tumbó uno de los tzompantlis”.
En la elaboración de la ofrenda participaron los cuatro Faros de la ciudad de México, para quien Ehrenberg tiene palabras de reconocimiento, en especial por los tapetes ubicados debajo de los tzompantlis.
“Al pie de estos hay una carpeta de arena de aserrín coloreados muy bonitos, preciosos y en todos se pusieron a trabajar poco más de 200 personas que son los que asisten a los cuatro faros que hay en la ciudad, está el más viejo, el más poderoso y el que más trabaja que es el Faro de Oriente, está el de Milpa Alta, donde salieron las carpetas, está el deTláhuac y está el Faro Indios Verdes.
-¿Qué significan para usted estas fechas? -se le pregunta.
-Lo mismo que para usted, soy mexicano. Mi mamá murió este año, tengo hermanos y parientes en casa, tengo una ofrenda, yo he hecho ofrendas en todo el mundo durante 45 años en Australia Uruguay Estados Unidos, en muchas partes de México, Brasil, es una cosa que me particulariza, parte de mi trabajo es erigir ofrendas -concluye.