En las Nubes/Carlos Ravelo

Tres pies al gato. Tiene cuatro.

Sí, hoy es cuando, presidente. No dudes. No titubees.  Di  sí. No te andes por las ramas.  La mota, no mata. Ni tampoco cura. Apoya al que quiera fumarla, que lo haga. Quien no, pos no. Así de simple. No le busques tres píes al gato. Tiene cuatro.

Acuérdate que se aprenden juntas la sinceridad, la solidaridad y la alegría.

Mas cuando alguien  recibe y comparte amistad, como el presente, tenemos que decir gracias amigo.

Ninguno de los ejemplos tiene desperdicio. Y sí, creemos, profundidad de contenido. Veamos:

Cuando un pájaro canta no significa que está feliz. Como la  esperanza, que  sin ella la vida no tendría sentido.

Naturaleza y tecnología, no deberían destruirse, deberían convivir.

Las mujeres son como canciones en otro idioma, no las entendemos pero cómo nos gustan.

Todos los problemas tienen solución. Todos. Bueno, casi todos.

El amigo, a veces, cuando parece que lo encontraste, es sólo una ilusión.

Hay que limpiar los ojos con lágrimas para ver mejor.

Si alguien es pequeño no significa que sea débil.

Siempre te va a faltar tiempo.

A veces nuestro mejor amigo resulta la persona que menos pensábamos que fuera.

Nunca te olvides de sonreír. Cuando no lo hagas será un día perdido.

Las miradas dicen a gritos lo que el corazón calla.

El silencio es el ruido más fuerte.

Cerca de ti siempre habrá alguien falso.

Cuando todo parece gris no olvides que el gris también es un color.

Cuando estés en la cima no te olvides de los que se quedaron abajo.

¿Has hecho algo bueno hoy?

La vida es bella ¿cuántas veces en tu vida lo has dicho?

No prometas que mañana serás una mejor persona, ¡empieza hoy!

Un niño quiere un animal para amarlo, un adulto quiere un animal para sentirse amado. Si te crees libre es porque no conoces el tamaño de tu jaula.

A veces la ambición no nos deja ver las mejores soluciones.

La victoria sabe a derrota cuando no tienes con quien compartirla.

La gente debería vivir dos veces, la segunda vida como premio o castigo. Vivir cien años. Y uno más para expiar las culpas.

Sólo una persona de gran corazón tiene la fuerza para defender a los más débiles cuando están en peligro.

Que la realidad sea mejor que los sueños.

Los amigos, a veces, no necesitan palabras. Casi siempre dicen la verdad, aunque duela un poco, y no sea sencillo.

Te lo repetimos Mercedes: Se aprenden juntas la sinceridad, la solidaridad, la alegría. Y, por supuesto, surge espontanea, la amistad.

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