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PARÍS, Francia, 13 de noviembre de 2015.- Mientras Francia aún no despierta de su pesadilla por los ataques sucedidos la noche del viernes y que dejaron más de 120 muertos y cerca de 200 heridos, el presidente francés, Francois Hollande, reiteró que su país no tendrá misericordia por los siete ataques casi simultáneos que sacudieron París.
En los tiroteos ocurridos en los distritos 10 y 11 de la capital francesa, la sala de conciertos Bataclan sufrió la agresión más fuerte, donde las autoridades informaron la muerte de al menos 100 civiles y dos terroristas, tras la intervención policial.
Un testigo declaró que los atacantes llevaban rifles AK-47.
Después de los atentados y de ser evacuado del Estadio de Francia, donde presenciaba un duelo amistoso, Francois Hollande llamó a la unidad para combatir al terrorismo. “Es una prueba terrible. Sabemos de dónde vienen y quiénes son estos terroristas. Debemos tener unidad y sangre fría». Y declaró estado de emergencia y el cierre de las fronteras de dicho país.
También hubo explosiones en las inmediaciones del Estadio de Francia, donde se disputaba un partido amistoso entre Francia y Alemania, que finalizó 2-0, a favor del local, y con la afición dentro del campo, en un pánico total.
Mandatarios de varios países, entre ellos, el presidente de EU, Barack Obama, y su homólogo de México, Enrique Peña Nieto, condenaron el ataque y enviaron sus condolencias al pueblo francés.