Contexto
Oteyza, culpable
Como ya se esperaba, aunque se encubría, luego de que el 15 de octubre renunciaran Valentín Diez Morodo, Carlos Ruiz Sacristán y Jesús Reyes Heroles al Consejo de Administración de OHL México, este martes se publicó un nuevo audio que revelaría posibles conflictos de la empresa con sus consejeros independientes.
En la grabación publicada en YouTube, se escucha a José Andrés Oteyza, presidente de la empresa en México, conversar con Sergio Hidalgo, CEO de la compañía, sobre un tema que debe autorizarse fuera de consejo ordinario, por lo que prevén que estos tres consejeros podrían oponerse.
«Después de lo que ocurrió hace dos semanas, con todos los consejeros independientes y en particular con Valentín Diez Morodo, yo no quisiera pensar las cosas más allá, puede ser muy delicado», dice Oteyza.
«Puede ser que con Carlos y con Chucho todavía se pueda más o menos explicar, pero con Valentín, yo no sé si Valentín va a querer ver algo fuera de sesión de Consejo», agregó.
La grabación señala que el audio es del 2 de diciembre de 2014.
Oteyza destaca que dos semanas antes de esa llamada ya se había pedido a los consejeros aprobar una medida fuera de consejo, por lo que la empresa había decidido no volverlo a hacer.
«Nosotros dijimos que no lo íbamos a volver a hacer, entonces, a las dos semanas volver a intentarlo me parece muy poco serio. Pero sobre todo está el tema de Valentín, que está muy reacio a cualquier cosa y yo creo que nos vamos a meter en una bronca», dijo.
Diez Morodo es presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (COMCE).
Invierte 180 millones de pesos beBee, la nueva red social de afinidad
La plataforma social se estrenó en febrero y ya cuenta con casi 9 millones de usuarios en sus primeros 9 meses de vida (800 mil en México). Su éxito radica en “poner en contacto a personas según sus intereses o aficiones”, es decir, en lo que la compañía denomina ‘affinity networking’.
beBee es una nueva red social con un modelo disruptivo. A través de un innovador algoritmo llamado “beBee Affinity Rank” es capaz de averiguar y mostrar los contenidos que realmente son relevantes para el usuario.
Para su creación y lanzamiento, los socios fundadores de beBee han invertido el equivalente 180 millones de pesos (10 millones de euros). Juan Imaz y Javier Cámara han conseguido involucrar en el proyecto a inversores y consejeros relevantes del mundo de los negocios online como son Eduardo DiezHochleitner (ex director General del grupo PRISA o ex CEO de 20 Minutos en España, entre otros), Enrique de la Rica (Decano de la escuela de negocios ESEUNE) o Julio Bueso (fundador de Web Financial Group).
Tanto Imaz como Cámara, Presidente y CEO de beBee, respectivamente, son expertos en marketing digital y cuentan con la exitosa experiencia de dos proyectos punteros en la Red:
Mixmail (1998), el primer correo electrónico gratuito basado en la web en castellano, que fue vendido posteriormente a Ya.com, que actualmente es la compañía telefónica Orange en España; y la empresa de email marketing Canalmail (englobada en MediaResponse Group), que fue vendida en 2008 por mil 100 millones de pesos al inversor americano Veronis Suhler Stevenson.
“Un crecimiento tan pronunciado nos ha sorprendido hasta a los fundadores”, reconoce Cámara en referencia a las 20.000 altas de media diarias que recibe la nueva red social. “Teníamos planes para alcanzar los 40 millones de usuarios en 2017, pero al ritmo de crecimiento actual podemos pulverizar esa cifra”.
Atentan contra ecosistema
TOME NOTA: Especuladores de la tierra pretenden comprar a tan sólo dos pesos más de tres mil 500 hectáreas para explotar la materia prima para la fabricación de cemento en un polígono que afecta a las comunidades de Maxcanú, Chocholá y Kopomá.
Los pagos por la tierra son “irrisorios” pues con engaños y bajo presión, los empresarios ávidos de ganancias fáciles buscan arrebatarles su patrimonio a los indígenas a quienes pusieron a competir entre sí para abaratar los predios, pese a que en las primeras operaciones ya pagaron 28 pesos por 42 hectáreas pertenecientes a Kopomá.
La voracidad de la industria cementera llegó al sureste mexicano donde el despojo del patrimonio de los pueblos indígenas y campesinos es una práctica recurrente y en Mérida arrasaran con tres mil 500 hectáreas de zona semi-tropical, vestigios arqueológicos y contaminaran los mantos freáticos.
Las negociaciones para la compra de los ejidos van muy adelantadas, incluso la firma cementera cuenta con estudios que garantizan el éxito de la extracción de materiales y la línea de colocación del producto a costa de despojarles su patrimonio a los dueños de las tierras.
Inconformes por los abusos, los dueños de las tierras aseveran que los precios por metro cuadrado que les ofrecen están muy lejos de su valor real, tanto en el suelo como en el subsuelo (hasta 9 metros de profundidad), aunado a que a la fecha no se les ha informado qué clase de industria se instalará en sus dominios.
Investigaciones de los propios ejidatarios revelan que se trata de una cementera, por lo que exigen de entrada a las autoridades ambientales, obligar a los empresarios a cumplir con las normas para que sea cual sea el giro, la inversión no afecte a los yucatecos.
Denunciaron que autoridades están coludidos con los especuladores e inversionistas, por lo que temen que de no aceptar los dos pesos por metro cuadrado les expropien.
En el municipio de Maxcanú, está el ejido que lleva el mismo nombre el cual se ubica a 45 minutos de Mérida, por la carretera que conduce a Campeche capital, en esa zona los inversionistas quieren comprar mil 170 hectáreas, patrimonio de 2 mil 240 ejidatarios.
Por lo que hace al ejido de Kopomá, las reuniones para la compra-venta de las tierras se llevan a cabo en la Consejería Jurídica.
En este ejido pretenden adquirir mil 600 hectáreas a un precio de dos pesos con 20 centavos por metro cuadrado y los afectados serían 564 ejidatarios
Finalmente en el ejido de Chocholá, ya existe un compromiso de compra-venta de 520 hectáreas y ya fueron pagadas las primeras 42 hectáreas a un costo de 28 pesos por metro cuadrado.
Estas tierras, propiedad de 440 ejidatarios, cuentan con salida a la carretera federal a Mérida y a la espuela del ferrocarril.
En esta parte del polígono, los especuladores de tierra, tienen el compromiso de cerrar la operación a principios del mes de diciembre de este año, por eso la presión a los ejidatarios.