Cerramos la etapa del institucionalismo neoliberal, considera Monreal
MÉXICO, DF., 24 de noviembre de 2015.- Su consumo no es igual a cáncer. Ante el reciente y delicado anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el aumento de riesgo de contraer cáncer por consumo de carnes procesadas y rojas, los oncólogos Javier Kelly García y Saúl Rodríguez afirmaron a la Comisión de Ganadería de la Cámara de Diputados que elementos científicos, epidemiológicos y estadísticos no son lo suficientemente de peso para satanizarlas.
En reunión de trabajo de este martes, la Comisión de Ganadería presidida por el diputado del PRI Oswaldo Guillermo Cházaro Montalvo abordó el tema y se pronunció por evitar que la información vertida por la OMS tenga efectos negativos sobre la producción nacional del sector ganadero.
A fin de no dar una señal equivocada y alarmante a la sociedad mexicana, los diputados integrantes de dicha comisión invitaron a especialistas oncólogos del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS y el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) para analizar y debatir el polémico tema.
De acuerdo al Comecarne, esta industria es consciente y no pretende poner en riesgo la vida de los consumidores. De haber evidencia científica que obligue a hacer cambios o sustituciones, se pronunció en la mejor disposición de hacerlo en todo el proceso productivo.
Existen dos iniciativas para modificar la Ley General de Salud en materia de carne-cáncer, presentadas por la diputada del Verde, Rosa Alicia Álvarez Quiñones, y por el perredista Alberto Martínez Urincho, ambas serán estudiadas por la instancia legislativa.
La opinión que deberá emitir la Comisión de Ganadería para su homólogo de Salud, presidido por el diputado del PAN Elías Octavio Iñiguez Mejía, encargado de dictaminar estas propuestas de reformas, estará “sustentada en información científica e industrial y será objetiva para salvaguardar el bienestar de la ciudadanía”, garantizó Cházaro Montalvo.
La Comisión de Ganadería aseguró que en primera instancia se privilegiarán los intereses de los consumidores, sin desatender la perspectiva de la producción agroalimentaria y pecuaria en el país, en virtud de la importancia económica que tiene, por la generación de empleo y exportación que realiza.