Poder y dinero
El negocio de los sitios y bases de taxis
En la Secretaría de Movilidad (Semovi) ni cosquillas sintieron con la conferencia de los Taxistas Organizados del Distrito Federal, que acusaron a la dependencia de beneficiar a Cabify y Uber, y de realizar una persecución en contra de sus agremiados.
Detrás de esa conferencia, realizada frente al Gobierno del Distrito Federal, está en realidad un intento de llevar agua para su molino, de frenar sanciones a los taxis irregulares que esta agrupación cobija.
Los Ecos Capitalinos nos cuentan que Daniel Medina e Ignacio Rodríguez, representantes de los Taxistas Organizados, están desesperados porque ahora no cuentan con más de 500 agremiados, ubicados en 70 sitios y bases, y con las nuevas políticas de gobierno, pronto podría acabárseles su negocio.
Veamos, a cada taxista le cobran 500 pesos por uso de suelo, lo que les significan 250 mil pesos de ganancias a la semana, y de eso se trata el asunto.
De hacerse realidad el uso de aplicaciones para taxis concesionados, tal como lo hacen Uber y Cabify, el negocio se les acabaría porque los sitios ya no les significarían un negocio.
En una entrevista, el secretario de Movilidad, Héctor Serrano, hizo saber que se alista una aplicación para que los concesionados también presten sus servicios por esa vía, lo que permitirá que el usuario solicite sus servicios mediante telefonía celular, generando mayor seguridad para ambas partes.
También eso permitirá que haya una competencia en iguales circunstancias. El taxista no tendrá que estar dando vueltas por la ciudad, contaminando y gastando combustible, en busca de pasaje, sino esperar la solicitud de los pasajeros que estén más cerca de su ubicación.
Muchas ciudades se han sumado a este tipo de servicios, pero claro, los poquísimos que verán afectados sus bolsillos, es decir los líderes, se oponen a la modernidad.
Nos cuentan que Medina fue beneficiado con varios permisos concedidos en administraciones pasadas, y aprovechó ese apoyo para permitir que taxistas piratas operaran en sus bases.
Su propia gente los ha acusado de cobrar no sólo por el permiso por el uso de sus bases, sino incluso de protección a aquellos que incumplen con la normatividad, para no ser llevados al corralón.
Sin embargo, el nuevo secretario ha barrido con sus unidades, sacándolas de circulación debido a las faltas con que prestan el servicio, con lo que les ha afectado el bolsillo.
La respuesta de los líderes fue emprender una campaña mediática contra las acciones de gobierno.
Morenos difíciles
Hay algunos integrantes de Morena que siguen los pasos de su presidente local, Martí Batres, y del presidente de su bancada en la ALDF, César Cravioto, generando enconos por doquier.
Ese es el caso del jefe delegacional en Xochimilco, Abelino Méndez, quien rechaza todo lo que no provenga de su partido, y por eso, pone trabas al trabajo coordinado con el Gobierno del Distrito Federal.
El funcionario debería recordar que las administraciones delegacionales requieren del apoyo del gobierno central para atender múltiples demandas, y que siempre será mejor sumar que restar.