Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Expresión de las emociones
Hoy se cumplen tres años, de no cumplir nada. Y nos faltan tres, para consolidar sus mentiras. Ni modo. Pero podemos intentar explicarlo. Vaya con la expresión de las emociones. Porque después de la risa, viene el llanto. Después de la fiesta viene la nostalgia.
Somos conscientes que uno de los mayores regalos que tenemos los seres humanos es el don de la palabra. No es algo aislado, sino algo con lo que nacemos, algo que nos define. Aprendemos el lenguaje a lo largo de la vida y no lo dejamos nunca.
Nacemos con la capacidad de hablar, y si no somos competentes, entonces usamos las palabras para crear escritura, lo cual es igual de poderoso. Qué son las palabras después de todo, Podrías imaginar nuestra vida sin ellas. Piénsalo por un segundo.
Ojalá tengamos sencillez.
Las palabras son, por supuesto, una expresión de las emociones. Como lo decimos al inicio.
Tienen tal poder que ni siquiera alcanzamos a imaginar.
La primera palabra pronunciada por un ser humano trae alegría, orgullo y deja un impacto siempre. La falta de ella trae preocupación.
Las palabras son, por así decirlo, incontables. Vienen en más de 6.000 lenguas diferentes, habladas en todos los rincones del mundo.
No hay lenguaje común que nos una a todos, pero todos hablamos palabras. Y nada tiene más sentido que ellas.
Son habladas por ambos: Ricos y pobres. Niños y adultos. Hombres y mujeres. Blancos y negros. O de cualquier otro color.
Y porque son sabias. Tienen que ser bien elegidas. El efecto que dejan es indescriptible e inolvidable.
Ten en cuenta que las palabras construyen. Las palabras rompen. Las palabras unen. Las palabras enseñan. Las palabras controlan. Las palabras afectan. En una palabra: son hermosas.
Son letras de piezas inspiradoras de música. Forman actos de piezas sobresalientes en la literatura Con ellas se hacen libros. Que nos inspiran, nos cambian…
Son recuerdos. Guardables, almacenables, portátiles, y puedes enviar.
Pueden darte escalofríos. Y producir lágrimas. Nada trae nostalgia mejor que las palabras.
Decisiones. Pueden expresar nuestros deseos más profundos, necesidades, sueños y cargas.
Las palabras dividen. Duelen. Consuelan. Son una ventana a nuestros sentimientos. Con ellas escribimos cada frase en el libro de nuestra vida.
Por supuesto que todo depende de lo que tienes que escribir en cada página. Y solo así puedes disfrutar de la lectura.
Como en este momento. A punto de iniciar otros tres años, con esperanza. Con fe. Pero, acaso, inciertos.