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MÉXICO, DF., 2 de diciembre de 2015.- México se dará a respetar en materia aeroespacial el día que a través de la Agencia Espacial Mexicana (AEM) se tenga un producto hecho con ingeniería y ciencia. Bajo esta premisa, Rodolfo Neri Vela, primer y único astronauta mexicano en viajar al espacio exterior, aseguró que sería más prioritario crear una Secretaría de Estado en Ciencia y Tecnología antes que una de Cultura.
De esta manera, la AEM podría progresar y “volar hasta los confines del universo”, y al contrario, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tomó como “un bebé no deseado” la responsabilidad de operaciones del organismo creado con el objetivo de generar un mayor desarrollo de las ciencias espaciales y un impulso competitivo en la comunidad internacional del ámbito.
A cuatro años que entró en operaciones, la Agencia Espacial, reconoció avances en estructura y organización, en la realización de convenios internacionales de buena intención y amistad, de cursos de verano, pero criticó la falta de resultados tangibles.
Tras su homenaje por el 30 aniversario de su hazaña estelar, organizado por la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, consideró una acción de menosprecio en el ámbito, pues primero se debería ser sólido en la materia, crear mayor infraestructura, generar patentes, crear industria mexicana y dejar de ser “el gran maquilador del planeta”, dijo y agregó:
“La gran preocupación de funcionarios es que alguien venga a derramar unos dólares, instale una planta, coloque unos robots y genere unos cuantos empleos, es importante”, aseveró, “pero México no debe estancarse, necesita salir de este atolladero”, recalcó, a 30 años de distancia, el hasta ahora único ciudadano de un país latinoamericano que ha tenido el privilegio de abordar una nave, desde el Centro Espacial John F. Kennedy, en Florida, Estados Unidos, despegando hacia el espacio.
“Nosotros no estamos aquí para crear tecnología, estamos para prestar servicios”, refirió Neri Vela sobre lo que le dijo en años anteriores un titular de la SCT.
Por tal motivo, lamenta que la AEM se ha convertido en una especie de paliativo y no se le ha dado el apoyo, la credibilidad e importancia que merece para impulsar tecnología mexicana.
El astronauta se autodenominó “incómodo” para la actual administración de Comunicaciones y Transportes, “les caigo mal”, dijo, y enfatizó ante el presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, y el de la Comisión de Ciencia y Tecnología, José Bernardo Quezada Salas, que sería mejor, cuando menos paralelo o simultáneo, crear la Secretaría de Ciencia y Tecnología.
“México no puede darse el lujo de descuidar el desarrollo tecnológico para mejorar las oportunidades de investigar, hacer ciencia y frenar la fuga de talento a cambio de mayores eventos literarios y exposiciones, es importante, pero nadie se puede organizar amenidades si no se ha cuidado la parte más fundamental”, arguyó el académico de la UNAM e IPN en materias de fibras ópticas y satélites de comunicaciones.
Prefirió SCT a astronauta estadounidense que al mexicano
Neri Vela afirmó que se encuentra en la mejor disposición de seguir colaborando con todas las instituciones de gobierno, aunque este año dejaron pasar la oportunidad; sin embargo, no se explica los contratos que superan los seis millones 177 mil dólares que la SCT otorgó al astronauta estadounidense José Hernández Moreno, para asesorar en materia aeroespacial al gobierno mexicano.
Aunque aseguró a Quadratín México que no existe ningún resentimiento personal, lamentó que se haya preferido optar por un astronauta de ascendencia mexicana pero no de origen.
En aquella ocasión, José Hernández recomendó a la SCT la puesta en órbita del satélite Centenario, desde el cosmódromo de Baikonur, Kazajistán, cuya misión resultó un fracaso al desintegrarse en la atmósfera poco después de su lanzamiento.