Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Falta de equidad económica
Cuando un colega como Octavio García nos plantea una sugerencia, y nos gusta, la compartimos. Este es el caso. Es diáfana hasta para que la comprendan los que dicen gobernarnos.
No es ofensa, de ningún modo. Sólo algo para que les abra un poco el panorama tan gris que tenemos encima.
Plantea una moraleja, que al final resuelve el problema:
Es la falta de equidad económica, como lo planteó Eduardo Sojo, antes de terminar su encomienda en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI o la fe de erratas del gobierno).
Es agosto, en una pequeña ciudad de la costa, en plena temporada. Y hace varios días que el poblado parece desierto. Al tiempo que la crisis azota este lugar. Todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, llega un millonario, forrado de dinero y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un fajo de billetes en la mesa de la recepcionista. Y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel toma el dinero y corre a pagar sus deudas con el carnicero. Éste con el efectivo liquida la suya con el criador de cerdos.
Al momento, el porquero liquida lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales.
El dueño del molino toma los billetes al vuelo y concluye su deuda con María, la prostituta a la que hace tiempo no le paga. Que en tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
La “buena” mujer se traslada, de inmediato, al hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado la renta o el alquiler de los cuartos.
Sin más le entrega los mismos billetes al dueño del hotel.
En este momento baja el millonario, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones. Explica que no le convence ninguna.Toma sus billetes y se va.
¡Nadie ha ganado un centavo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!
Por eso la sugerencia a nuestras autoridades: ¡SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS!