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MÉXICO, DF, 27 de diciembre de 2015.- Corea del Sur y Japón firmaron el tratado de normalización de relaciones diplomáticas en 1965, pero la esclavitud sexual impuesta por los nipones durante la Segunda Guerra Mundial sigue sin resolverse, mientras la mayoría de las víctimas surcoreanas han muerto esperando una disculpa y una compensación económica, informa la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex.
Corea del Sur sigue instando a Japón a disculparse y compensar a las víctimas surcoreanas por las atrocidades cometidas contra ellas en el pasado, por lo que sostendrán este domingo una reunión a nivel de trabajo para discutir el tema.
Los historiadores estiman que más de 200 mil mujeres, en su mayoría coreanas, fueron forzadas a trabajar en los burdeles de primera línea para los soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. La península coreana estuvo bajo el régimen colonial japonés entre 1910 y 1945.
Corea del Sur demanda a Japón que reconozca su responsabilidad sobre las esclavas sexuales, mientras que Japón insiste en que selló la disputa con el tratado de normalización de relaciones diplomáticas firmado en 1965.
En noviembre de 2015, la presidenta surcoreana Park Geun-hye se reunió con el primer ministro japonés Shinzo Abe en su primera cumbre bilateral, en la que acordaron acelerar las reuniones para resolver la cuestión de las esclavas sexuales, llamadas eufemísticamente «mujeres de consuelo».
El tema ha ganado urgencia en los últimos años, ya que las víctimas están falleciendo. En 2007, más de 120 víctimas surcoreanas estaban vivas, pero el número ha disminuido hasta 46, con una edad media cercana a los 90 años.
Diez antiguas esclavas sexuales al servicio de los soldados japoneses en la Segunda Guerra Mundial presionaron en 2013 a un tribunal en Seúl para que abriera su caso en el que pedían una compensación de Japón.
Sin embargo, el proceso de mediación fue bloqueado debido a que Japón rechazó los documentos.
La decena de antiguas esclavas sexuales pidieron la apertura de una mediación, solicitando una compensación de 100 millones de wones (85 mil dólares) para cada una.
Japón devolvió los documentos al tribunal, alegando que éste carece de jurisdicción sobre el gobierno japonés.
El gobierno nipón, que hasta 1993 no reconoció las prácticas de esclavitud sexual durante la colonización, promovió en 1995 el llamado Fondo de Mujeres Asiáticas para dar indemnizaciones procedentes de donantes privados a las víctimas, iniciativa considerada insuficiente por las propias afectadas.
Las dos naciones asiáticas buscan impulsar sus relaciones bilaterales, en especial las económicas, pero este espinoso tema ha impedido cicatrizar por completo las heridas de las mujeres surcoreanas esclavizadas.