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MÉXICO, DF., 29 de diciembre de 2015.- Romeritos, frutas, botellas de sidra, bacalao, mole y las tradicionales uvas para las 12 campanadas, animan los pasillos de la Central de abasto de la ciudad de México, donde cientos de familias anticipan sus compras para despedir al 2015. Los precios varían, pero si algo distingue al considerado el mercado más grande de América Latina del resto, son sus precios bajos. En los pasillos los comerciantes llaman al que busca los ingredientes para su cena de año nuevo. Romeritos desde 15 pesos el kilo se anuncian con la leyenda “En Dios confío y de los envidiosos me río”, en referencia a quienes ofrecen el producto más caro. Quedan pocas horas para decirle adiós a otro año y la ‘talacha’ para preparar la cena se avecina, pero mientras, en la Central de Abasto dicen los letreros “Ya no trabaje, ya trabajamos por usted”.