El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Noticias de Año Nuevo
Este año tendremos más trabajo, pues será de 366 días, e inicia con muchas noticias, como es un nivel inflacionario de apenas el 2 por ciento y la aprobación del 4.2 por ciento de aumento al salario mínimo, el cual entró en vigor a partir de este 1 de enero, además la baja en el precio de la gasolina y en el gas.
Para la CTM, que encabeza Joaquín Gamboa Pascoe, y otros integrantes del Congreso del Trabajo, así como el presidente de la FSTSE, senador Joel Ayala Almeida, hay una nueva pauta para negociaciones que beneficiarán a los trabajadores.
Por lo pronto en lo que se refiere al aparto “A”, se presentan las revisiones contractuales en las que se harán revisiones, con una demanda de incremento del 10 por ciento, como se planteó en el caso de los salarios mínimos.
Lo malo de todo esto es que las revisiones contractuales sólo consideran a unos dos millones de trabajadores en más de 7,600 revisiones, por lo que los incrementos que se alcancen no impactarán mucho en la economía, pues se espera que los mínimos sigan siendo piso y techo en las negociaciones.
Quienes participan en las revisiones contractuales generalmente son trabajadores sindicalizados, que cuentan con el respaldo y el amparo de una organización, que les ha permitido mantener un salario muy por arriba de los mínimos, no obstante que la integración de las zonas económicas y la fijación de un solo salario mínimo a nivel nacional genere por vez primera que estos crezcan más que los contractuales.
El representante obrero de la CTM ante la CONASAMI, José Luis Carazo Preciado, hizo la precisión de que el aumento a los mínimos durante el año que terminó no es sólo del 4.2 por ciento que entró en vigor este primero de enero, sino que llega muy cerca del 7 por ciento, y por ello los contractuales deberán manejarse en un plano similar.
El gobierno Federal señaló que en su propósito de contribuir a que más mexicanos se incorporen de manera formal a un trabajo digno y decente, y con ello a mejorar su nivel de vida, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) logró en 2015 resultados consistentes, como el hecho de detener y revertir el crecimiento de la informalidad laboral y conseguir una incipiente recuperación del poder adquisitivo del salario de los trabajadores, como se ha reconocido por organizaciones autónomas como el INEGI e internacionales como la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
El Secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, ha subrayado que si algo distingue a la política pública en materia laboral de la actual Administración es la consistencia, para lo cual ha señalado como ejemplo que una disminución de la informalidad, tiene que reflejarse en un aumento en los trabajadores formales afiliados al Seguro Social, y una recuperación del poder adquisitivo de los salarios mínimos tiene que notarse consistentemente en productividad laboral.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, por primera vez en más de 20 años, desde que China decidió entrar a la Organización Mundial del Comercio (OMC), México consiguió subir 7 lugares en el aspecto específico de productividad laboral.
En el tema salarial un aspecto relevante fue la aprobación en el Senado de la República, de la minuta que reforma diversos artículos de la Constitución Política en materia de desindexación del salario mínimo, y la cual tuvo su origen en la iniciativa enviada por el Presidente Enrique Peña Nieto para desvincular el salario mínimo de factores inflacionarios y ajenos a su naturaleza remuneradora, y crear una nueva unidad de cuenta.
De igual manera, en 2015, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), organismo tripartito sectorizado en la STPS, resolvió la existencia de un solo salario mínimo general en todo el país, a partir del 1 de octubre de ese año, por primera vez después de 98 años en que el salario mínimo fue establecido por mandato constitucional en 1917.
Así, el Gobierno de la República está avanzando en la recuperación del poder adquisitivo del ingreso de los trabajadores, cumpliendo la ruta trazada en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018.