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MÉXICO, DF., 11 de enero de 2016.- En una carta dirigida a Ángel Ávila Romero, presidente del Consejo Nacional del PRD, el actual líder del partido Agustín Basave, presentó su renuncia argumentando falta de congruencia al interior del sol azteca, porque después de votar unánimemente para que negociara las alianzas pertinentes con el PAN, finalmente se desestimaron y desvirtuaron los resultados de esa negociación.
“Por ello, y porque no existen las condiciones para que yo pueda encabezar un partido de verdadera oposición, he decidido renunciar a la Presidencia Nacional de Partido de la Revolución Democrática”, precisa una extensa carta entregada al Consejo Nacional esta tarde luego que se diera mantuviera la negativa de ir en alianza con Acción Nacional en Veracruz y Puebla.
La renuncia de Basave no tendría carácter de «irrevocable», ya que el Consejo Nacional podría resolver a favor de su política de alianzas y mantenerlo en la dirigencia, sin embargo en la carta arremete contra los integrantes del CEN, pues pese a que se consiguió paridad en términos de números de las candidaturas con el PAN, realizaron una votación contra ellas sin informar a la dirigencia.
“La desautorización de mi eje táctico de negociación, el de no admitir la coalición en Puebla, la entidad más adversa para nosotros, donde una parte del perredismo ha sido bastante golpeada, el estado donde una candidatura común nos daría las mayores probabilidades de ganar, con lo cual me dejaron en estado de indefensión”, reclama Basave en la misiva.
En este sentido, acusa que se le invalido su autoridad en el partido al votar públicamente por una alianza en Oaxaca más “otra entidad del interés del partido aliado”, pero descartando Puebla, pese a que el acuerdo era vincular ambas entidades para asegurar el triunfo.
“Ningún presidente de partido en ninguna parte del mundo puede sostenerse en semejantes condiciones de debilidad, con su credibilidad como representante de su instituto político seriamente mermada de cara a sus interlocutores externos. Y si puede sobrevivir tras ser desautorizado a tal grado, debe renunciar por elemental dignidad”, destacó el presidente del partido.
Finalmente Basave Benítez reconoce que llegó al sol azteca consciente de que llegó a la Presidencia Nacional bajo la complejidad de un partido horizontal, heterogéneo, con tendencias centrífugas, hundido en la peor crisis de su historia y con pugnas entre dirigentes y corruptelas en varios de sus gobiernos.
“Con todo, debo confesar que no había medido las enormes animadversiones tribales, mayores a las rivalidades con cualquier otro partido”, explicó.
Agregó que no le cabía la menor duda de que tarde o temprano surgiría un diferendo que me obligaría a confrontar a alguna o algunas de ellas para afianzarse como presidente, pero confió en tener tiempo para construir un movimiento de opinión pública que le diera la fuerza necesaria para hacerlo.
“Sé que mis malquerientes se van a cebar en mí; unos dirán que mi renuncia prueba que soy un académico ingenuo y temperamental, otros que mi antipriismo y mi aliancismo fueron excesivos, y los peores, los que están al servicio de este PRI-gobierno que ha elevado la corrupción a niveles históricos, me seguirán calumniando y recurrirán a todo tipo de descalificaciones. Las aves carroñeras, por desgracia, abundan en el entorno político”, concluyó.