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MÉXICO, DF., 12 de enero de 2016.- En materia de los derechos de las mujeres, se tiene que analizar derecho por derecho, porque no todos avanzan en la misma medida, destacó la directora general de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Leticia Bonifaz Alfonzo.
“En materia de derechos laborales, familiares y políticos, sexuales y reproductivos varía el avance, no se puede decir que en todos los derechos se ha avanzado igual, porque en unos más”, puntualizó la funcionaria en entrevista con Quadratín México.
Bonifaz Alfonzo aseveró que actualmente es muy disparejo el avance en materia de derechos femeninos, dependiendo de qué derechos, qué mujeres y de qué región del país, ya que dijo, no se puede comparar a una mujer de la ciudad de México con una de provincia.
La Directora General de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos de la Corte subrayó que el mayor avance del siglo 20 a nivel jurídico fue después del Año Internacional de la Mujer en 1975, cuando se reformaron todos los códigos y se puso en la Constitución la igualdad formal del hombre y la mujer.
Respecto a la paridad de género, materializada en la recién integrada Legislatura del Congreso de la Unión, Bonifaz Alfonzo destacó que si bien en los últimos tiempos se ha hablado mucho de las cuotas y la paridad, estás han tenido que ser impuestas, porque de manera natural no se logra,
“Ahorita tenemos un problema muy grande en Oxchuc, Chiapas, porque ganó la presidencia municipal la esposa del cacique de la zona y ya hay una revuelta y manifestación porque se le dice al Instituto Electoral que no tiene las candidaturas que debe y de la noche a la mañana tiene que inventar candidaturas. Es un riesgo la perversión del sistema y muy lento si vamos dejando que sola avance la mujer”, narró la funcionaria.
Precisó que otro de los retos es el cambio de percepción de la mujer, ya que cuando una mujer busca un cargo de elección importante, como Margarita Zavala o Josefina Vázquez Mota, lo que se pregunta de inmediato es si el país está preparado para que una mujer nos gobierne, “cuando al revés nunca preguntaríamos si estamos preparados para que gobierne un hombre, sencillamente la pregunta es al revés”.
“Es un problema de falta de concepción general de las circunstancias y en eso hemos avanzado muy poco y puede que la mujer indígena haya avanzado muy poquito en esos cien años”, concluyó.