Ejecutan 3 órdenes de aprehensión por caso de Diana Sánchez Barrios
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de febrero de 2016.- Luego de las evidencias presentadas por la Procuraduría General de Justicia capitalina, a través de la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro, Fuerza Antisecuestro (FAS), un Juez Penal dictí auto de formal prisión contra un interno del Centro Penitenciario de Santa Martha Acatitla, por su probable responsabilidad en el delito de extorsión agravada diversos.
La Subprocuraduría de Procesos fue notificada que el Juez 32 Penal, con sede en el Reclusorio Preventivo Sur, resolvió iniciar proceso sumario contra el imputado, quien se acogió a la Ley de Protección de Datos Personales.
Consta en el expediente que en junio del 2011, el denunciante ingresó a la cárcel acompañado por personal de la FAS para entrevistarse con un reo al tener conocimiento que éste proporcionó información a las autoridades federales respecto a los integrantes de un grupo delictivo que mantenía secuestrada a su hija, desde diciembre de 2007.
En reunión privada, el convicto le dijo al agraviado que “para darle indicios del paradero de su hija, tenía que entregarle una buena lana” y como adelanto le aseguró que estaba viva, que tuvo un bebé y que estuvo en cautiverio en una casa de seguridad ubicada por el rumbo de Aragón.
Después el preso le proporcionó el nombre de su hermano, a quien debía entregarle el efectivo producto de la extorsión, así como la fecha y el lugar donde se llevaría a cabo el intercambio; sin embargo, al dar sólo una parte de lo acordado, el denunciante no recibió la llamada telefónica para conocer el sitio en que encontraría a su familiar.
Ante esto, nuevamente ingresó a la cárcel, con elementos de la FAS, para reunirse con el recluso, quien le dijo que no había sido suficiente, por lo que entregó más dinero al consanguíneo al que le tomaron una fotografía con un teléfono celular.
Esta acción provocó que tampoco recibiera la llamada telefónica y, por tercera ocasión, el denunciante entró a la penitenciaría y como respuesta recibió recriminaciones del presidiario, quien le advirtió que se atuviera a las consecuencias.
Sin obtener la información sobre el paradero de su hija, el afectado denunció ante el Ministerio Público de la FAS el delito de extorsión, que ejerció acción penal contra el reo.