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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de abril de 2016.- Tanya Müller pasará a la historia de la Ciudad de México como la titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) a la que le tocó ver cómo, después de 14 años sin una contingencia ambiental, se declaró una que obligó a formular un Hoy no circula emergente para todos los vehículos particulares, medida que enfureció a miles de capitalinos que se vieron obligados a no sacar su automóvil para evitar que la contaminación aumentara.
Müller, quien en julio pasado no fue removida ni cambiada de su cargo luego de que el jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera evaluó a todo su gabinete, comparecerá este lunes ante la Asamblea Legislativa del DF (ALDF), para explicar las políticas ambientales en la capital, que ya sufrió dos contingencias ambientales este año, del 14 al 17 de marzo y el 5 de abril.
Explicará a los legisladores locales por qué los vehículos particulares son los paganos ante la contingencia, y expondrá que, aunque la capital registra menos emisiones que el Estado de México, la situación geográfica no favorece la dispersión de contaminantes.
Miguel Mancera ha sido un defensor de la gestión de Müller y el 6 de abril, ante las quejas ciudadanas por las restricciones vehiculares, reiteró que no tiene contemplado hacer cambios en la Sedema.
Pero la Asamblea Legislativa desde marzo pasado ha solicitado la comparecencia de la secretaria para que informe sobre las condiciones y acciones que se han implementado en el gobierno de la ciudad para afrontar las mencionadas contingencias ambientales.
Los diputados Fernando Zárate, Aleida Alavez y Carlos Candelaria, de los partidos, Verde Ecologista, Morena y Encuentro Social, respectivamente, criticaron el 17 de marzo a la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por considerar que impidió a la funcionaria presentarse a comparecer desde la primera contingencia de este año.
No sólo por ese tema Müller ha sido llamada a comparecer. La diputada local panista Margarita Martínez Fisher lo pidió para que explique el proyecto de la llamada Gran Rueda de la ciudad, que primero estaba contemplada para ser colocada al lado del Museo Natural, en el corazón de Chapultepec, y luego se mudó a la zona aledaña al Auditorio Nacional, ante los cuestionamientos sobre si contaba o no con los permisos para construirse.
Los temas
En defensa de Müller, su equipo de asesores no ha perdido oportunidad para decir que la contingencia de hace 14 años tiene poco que ver con la de este año, ya que los niveles para declararla ahora, a partir de 151 puntos Imeca, están lejos de los 276 de 1990, y comparten gráficas donde se observa que la concentración de ozono en la atmósfera de la zona metropolitana del valle de México ha disminuido desde entonces.
Se trata de una tabla donde se observa que entre 1990 y 1993 era frecuente llegar a los 300 Imecas, que entre los años 1990 y 2003 era común rebasar los 200 Imecas de contaminación, que entre 2005 y 2016 sólo en contadas ocasiones se han rebasado los 200 puntos, y como entre 2010 y 2016 las mayores concentraciones de contaminantes se encuentran entre 100 y 150 puntos.
También recuerdan que entre 1990 y 1998 la fase 1 de contingencia atmosférica ambiental se declaraba a los 276 índices Imeca [sin precontingencia de por medio], que desde entonces hasta 2006 bajó a 265, que en 2007 se redujo a 221, en 2008 a 216, un año después a 210, en el 2010 a 205, de 2011 a 2014 pasó a 185, y a partir de este año a 155.
La figura de precontingencia ambiental empezó en 1996 con 221 índices Imeca, y en 2006 bajó a 188; en 2008 a 183; 2009 a 177; en 2010 a 172; de 2011 a 2014 a 166, y entre ese año y marzo de este 2016 fue de 155, y en ese mes desapareció y la contingencia entra a partir de los 151 puntos.
Escasa presencia
Durante las contingencias de este año, la titular de Sedema apenas y ha salido a hablar con los medios de comunicación y quien ha dado la cara ha sido el propio jefe de gobierno, que incluso llegó a pedir disculpas a los capitalinos por las restricciones vehiculares, en tanto a Müller sólo se le vio el 30 de marzo, cuando la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) dio a conocer las nuevas restricciones y que quedaba eliminada la precontingencia y se anunció que la contingencia se declararía a los 151 Imecas.
Pero el lunes podría repetir algunos argumentos que ha dicho en entrevistas a medios de comunicación como que el estado de México genera 23 mil 335 toneladas de partículas PM10, mientras que la ciudad de México genera seis mil 552.
En el Inventario de Emisiones de la ZMVM 2012, en la tabla seis de emisiones por Jurisdicción se reporta el porcentaje de emisiones contaminantes del entonces DF, del estado de México y los que son emitidos por el gobierno federal a través de la industria química, la industria metal metálica, las plantas generadoras de energía eléctrica, los tractocamiones y camiones pesados, así como los autobuses foráneos y de turismo, entre otros.
De acuerdo con la tabla, en generación de partículas PM10 –aquellas que se generan en las vialidades pavimentadas y sin pavimentar y la fabricación de productos a base de minerales no metálicos– el DF entonces producía 19 por ciento, el estado de México 67 por ciento y el gobierno federal 14 por ciento.
Respecto a las emisiones de PM2.5 –también generadas por las vialidades pavimentadas y sin pavimentar, así como por el diésel en tractocamiones y el gas licuado de petróleo utilizado en el sector habitacional– la capital producía 23 por ciento de la ZMVM, mientras que el Edomex 50 por ciento y el gobierno federal 27 por ciento.
En cuanto al dióxido de carbono, las cuales provienen principalmente de la combustión de gasolina y diésel usado en transporte, el DF entonces era responsable de 27 por ciento, el estado de México aportaba 50 por ciento de dichas emisiones a la zona metropolitana y el gobierno federal 23 por ciento.
En cuanto a las emisiones de los óxidos de nitrógeno, precursores de ozono, que se convierten en un dolor de cabeza entre abril y junio cuando llega el estiaje y no hay lluvias, se reparten de la manera siguiente: el entonces Distrito Federal aportaba 33 por ciento, el Edomex 59 por ciento y el gobierno federal cuatro por ciento.
Generados en su mayoría por automotores, las delegaciones Cuauhtémoc, Benito Juárez, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza eran en ese año las que más aportaban en la ciudad, mientras que los municipios de Tlalnepantla, Naucalpan y Netzahualcóyotl los que más lo hacían por el estado de México.
El inventario destaca que en el Edomex hay zonas localizadas de alta emisión tanto por actividad vehicular como industrial, por la generación de energía eléctrica en Acolman y por la fabricación de productos a base de minerales no metálicos, en Tultitlán.
También se espera que Müller reitere su propuesta de que la regulación de la CAMe sea homogénea y que el resto de las entidades que la componen, los estados de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala reporten sus emisiones, tal como hace la capital.
Incluso en entrevistas ha mencionado que en 2015 ante el incumplimiento del reporte de los estados para el Registro Nacional de Emisiones, se debió abrir una prórroga para su entrega, y sólo la ciudad de México cumplió.
La ollita
Otra posible explicación que dará sobre la contaminación en la capital es que el valle de México es como una “ollita” donde se estancan las emisiones. La explicación es que durante la mayor parte del año el flujo predominante del viento se mueve de norte a sur, lo que provoca el arrastre de las masas de aire desde el norte hacia la ciudad de México.
La región montañosa de la capital restringe la circulación y generan una zona de convergencia al sur de la ciudad.
“Cuando las masas de aire tienen contaminantes, estos se acumulan en esta región, en presencia de luz solar se genera smog fotoquímico”, es parte de las explicaciones que llevará la secretaria de Medio Ambiente.