Nadie puede acusar al TEPJF de alejarse de la Constitución: Mónica Soto
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de abril de 2016.- El marco legal mexicano fue el freno para que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) pudiera entrevistar a los militares involucrados en la desaparición de los 43 normalistas, en la ciudad de Iguala, Guerrero.
El subprocurador de derechos humanos de la Procuraduría General de la República (PGR), Eber Omar Betanzos, agregó que, además de la prohibición al careo con los soldados, el chofer del quinto autobús 3278 de la empresa Eco Ter, Estrella Roja, no escribió el manuscrito sobre los posibles hechos que sucedieron la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.
“Como se ha referido en múltiples ocasiones, el marco legal mexicano establece que los interrogatorios a cualquier persona, en el marco de una averiguación previa, incluyendo a personal militar, solo pueden desarrollarse bajo la conducción única del Ministerio Público de la Federación.
“Permitir las entrevistas en los términos que pretendía el GIEI vulneraba el debido proceso, ello no obsta, para señalar que el cuestionario con las preguntas que el GIEI deseaba formular directamente y que hoy fue difundido durante su informe, será valorado internamente por el Ministerio Público en los términos que legamente correspondan. Es importante destacar que en diversas ocasiones se solicitó al GIEI la entrega del cuestionario que hoy finalmente es público, para que la autoridad ministerial lo aplicara en los términos legales conducentes”, señaló Betanzos.
Insistió que de manera constitucional resultó casi imposible que se diera esta posibilidad ya que sólo con el Ministerio Público Federal es como se podría dar.
Sobre el tema del conductor del llamado “quinto autobús”, el funcionario aseguró que el manuscrito no fue escrito por este personaje, sino quien lo hizo fue el representante legal de la empresa a la que pertenece la unidad.
“El 29 de septiembre de 2015, compareció el apoderado legal de la empresa a la que pertenece el autobús, quien exhibió el Reporte de Velocidad de la unidad, correspondiente a los días 26 y 27 de septiembre de 2014. Anexó además las impresiones del sistema copiloto satelital, de la cual se advirtió la ruta del vehículo el día de los hechos. Estos elementos son coincidentes con la declaración ministerial del chofer, al acreditarse técnicamente que salió de la central de autobuses a las 21:20 horas del día 26 de septiembre de 2014 y a las 22:05 horas se encontraba en la caseta de Iguala.
“Respecto al manuscrito del 5 de octubre de 2015, al que se refirió el GIEI y que se atribuyó al chofer y que en su contenido señala haber sido detenido, a éste se le practicaron dictámenes de grafoscopía, uno elaborado por la Coordinación General de Servicios Periciales de esta institución y otro por la Policía Federal. En dicho dictamen se concluyó que no fue el chofer quien lo escribió sino el apoderado legal de la empresa”, comentó.
Recordó que el 2 de octubre de 2015, el chofer de este autobús amplió su declaración manifestando: que el camión asegurado es el mismo que salió de la central de autobuses, una vez que fue tomado por estudiantes, que éstos descendieron por su propia voluntad calles adelante y que jamás fue detenido por elementos de la policía de ninguna corporación.