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CIUDAD DE MÉXICO, 30 de abril de 2016.- Con música, regalos y sorpresas, los 57 menores de edad que están bajo la custodia de la Procuraduría General de Justicia capitalina, a través del Centro de Estancia Transitoria para Niños y Niñas, festejaron el Día del Niño.
El evento fue encabezado por la Subprocuradora de Atención a Víctimas del Delito y Servicios a la Comunidad, María de los Ángeles López Peña, quien indicó que la dependencia a su cargo trabaja para que los infantes puedan desarrollarse en el marco de una vida sana.
Lo anterior, dijo, en un ambiente de respeto a los derechos humanos de las niñas y los niños, coadyuvando en su desarrollo a través de programas destinados a atender sus requerimientos, brindando especial atención a los pequeños que fueron víctimas de algún tipo de violencia.
La funcionaria reivindicó el derecho a la convivencia y al esparcimiento que tienen los infantes, resaltando el fomento de valores como la amistad, de ahí la importancia de festejar a los menores en su día.
La subprocuradora hizo un llamado a la sociedad para que se acerque a las autoridades capitalinas en caso de que sea identificada alguna conducta violenta contra la niñez.
La directora general del Centro de Estancia Transitoria para Niños y Niñas, María Elena Martínez Guerrero, señaló que este lugar tiene un modelo de atención basado en derechos humanos, perspectiva de género, inclusión y no discriminación, a través del cual se busca que quienes hayan sido víctimas de violencia tengan un desarrollo lo más normal posible.
Mencionó que la PGJ capitalina realiza las gestiones pertinentes para que los infantes se desenvuelvan en un espacio de calidez, libre de violencia y que se cumplan sus derechos fundamentales, como son la educación, la alimentación y el vestido, además de que en celebraciones como la del Día del Niño se pone énfasis en las actividades recreativas.
Señaló que el Centro de Estancia Transitoria para Niños y Niñas tiene como objetivo apuntalar el respeto y la protección de los derechos de las personas de cero a 12 años, víctimas de delitos como la violencia familiar, abuso sexual y abandono, o que se encuentren en una situación que pueda privarlos de sus derechos fundamentales.
En dicha estancia, los menores de edad son atendidos por pedagogas, psicólogas y trabajadoras sociales especializadas en su cuidado.