
Impulsa MC lactarios en administración pública y órganos desconcentrados
CIUDAD DE MÉXICO, 6 de mayo de 2016.- Hasta el momento, las acciones realizadas a través de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) para afrontar problema de contaminación ambiental, han sido parciales, aisladas y tardías, afirmó el diputado Omar Ortega Álvarez.
El legislador señaló que dada la magnitud del problema y a fin de avanzar en la instrumentación de soluciones integrales a esta problemática, propondrá a la Cámara de Diputados convocar a foros de discusión con participación ciudadana, de especialistas, industriales, transportistas, medioambientalistas y los tres niveles de gobierno, entre otros actores.
Ortega Álvarez advirtió que la mala calidad del aire que ha llevado a la contingencia ambiental en días recientes es resultado de un modelo urbano que ha privilegiado el uso del automóvil particular sobre el transporte público, especialmente en los municipios conurbados a la Ciudad de México.
Consideró por ello, que el llamado programa Hoy no circula es insuficiente y sus resultados actuales no han generado un impacto verdaderamente significativo en reducir los índices de contaminación del aire, causando además molestias e irritación social en un amplio sector de la población del Valle de México. Se agrava el problema, ante las denuncias de corrupción en los servicios prestados en los “verificentros”, así como el practicado por agentes de tránsito que a cambio de dadivas permiten la movilidad de vehículos ostensiblemente contaminantes.
De igual forma, advirtió que la ciudadanía tiene derecho a estar plenamente informada de la situación de contingencia, así como del impacto de ésta en su salud para tomar acciones a corto, mediano y largo plazo.
Ortega Álvarez recordó que hace una década el Centro Mario Molina señaló que si los combustibles producidos y distribuidos entonces por PEMEX fueran en su totalidad Ultra Bajos en Azufre (UBA), la emisión de los diversos contaminantes disminuiría.
Como se sabe –dijo el parlamentario perredista-, el compromiso de PEMEX en ese sentido no se cumplió, no por falta de capacidad de sus trabajadores, técnicos y científicos, sino por una dirección que la indujo a la descapitalización en los procesos de transformación industrial de los hidrocarburos. Simplemente no se invirtió en mejorar la calidad de las gasolinas producidas en las refinerías de PEMEX de modo que hoy existe un retraso de 10 años, por lo menos, en la materia. De modo que, de proveer tecnologías a otras naciones, hoy limosnea éstas e importa combustibles de mala calidad.
Por su parte –agregó-, los fabricantes de automotores aglutinados en la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) han expresado su disposición a mejorar sus productos, de modo que sean más eficientes en sus rendimientos y menos contaminantes, pero argumentan como obstáculo para ello, entre otros, precisamente la mala calidad de los combustibles que se utilizan.
Lo mismo podría decirse de otras de las grandes contaminadoras –la industria en general-, cuyos procesos no son precisamente los mejores por el uso de energéticos de baja calidad, aunque también por su afán de abaratar costos.