Corrupción: un país de cínicos
Otro poquito del Quijote
Un querido amigo me dice: “Carlos muchos de los dichos que publicas, yo se los escuché a mi abuela”. Le respondí que como la mía también decía algunos, seguramente hace más de cuatrocientos años, cuando vivía Miguel de Cervantes Saavedra, el autor de El Quijote, “se los habría plagiado”.
Aún escucho mis carcajadas, por el sarcasmo. Y las de Tere Gurza, Norma Gómez, Rosa Chávez, Alejandra Reyes Guzmán, Octavio García y Antonio Aspiros, a quienes se los comenté.
En cambio, el Quijote habría dicho a su fiel compañero: «Parece, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la misma experiencia, madre de todas las ciencias». «Sabe más el tonto en su casa, que el sabio en la ajena».
«Los males que no tienen fuerza para acabar la vida, no la han de tener para acabar la paciencia». «Puede haber amor sin celos, pero no sin temores». «Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus hechos». «Más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo».
«Las armas requieren espíritu como las letras». «Cuando una puerta se cierra, otra se abre». «La pluma es lengua del alma; cuales fueren los conceptos que en ella se engendraron, tales serán sus escritos». «La historia es émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo del pasado, ejemplo y aviso del presente, advertencia de lo por venir».
«Yo no soy bueno para palacio, porque tengo vergüenza y no sé lisonjear». «Mientras se gana algo no se pierde nada». «No puede ser bueno aquel que nunca ha amado».
«Oficio que no da de comer a su dueño, no vale dos habas». «Una onza de buena fama vale más que una libra de perlas». «Las esperanzas dudosas han de hacer a los hombres atrevidos, pero no temerarios».
«La mujer ha de ser dueña, y parecerlo, que es más». «Esta que llaman fortuna, es una mujer borracha y antojadiza, y, sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quién derriba».
«El que larga vida vive mucho mal ha de pasar».
«La libertad es uno de los más preciados dones que a los hombres dieran los cielos». «En las desventuras comunes se reconcilian los ánimos y se estrechan las amistades».
«El hacer el padre por su hijo es hacer por sí mismo». «Cada cual se fabrica su destino, no tiene aquí fortuna parte alguna». «No se toman truchas a bragas enjutas».
«Andan el placer y el pesar tan aparejados, que es simple el triste que se desespera y el alegre que se confía». «Una retirada no es una derrota». «El hacer bien a villanos es echar agua en la mar». «De las miserias suele ser alivio una compañía».
«Cuando la zorra predica, no están seguros los pollos».
«El hombre bien preparado para la lucha ya ha conseguido medio triunfo». «Se dará tiempo al tiempo, que suele dar dulce salida a muchas amargas dificultades».
Ahora sí fue el final. Por hoy.