No hay vuelta atrás, asegura Fernández Noroña sobre elección de jueces
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de mayo de 2016.- El reportero Manuel Torres González, colaborador de Tv Azteca Veracruz, del diario local Noreste y de la página web de noticias Radiover en Xalapa, fue asesinado en Poza Rica, Veracruz.
El gremio periodístico organizado del país representado por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, condenó el asesinato y exigió a las autoridades la investigación profunda para este caso y los demás pendientes de aclaración.
Señaló que según testimonios y las primeras indagatorias, el comunicador fue alcanzado en la vía pública por un sujeto que activó su arma de fuego contra su cabeza.
Torres González manejaba personalmente el portal http://noticiasmt.com, en el que publicaba información de lo que “pasa en el estado de Veracruz, pero lo más importante en la zona norte.”
La Fiscalía Regional zona norte Poza Rica anunció que se investigan los hechos y aseguró que “la indagatoria se integrará hasta esclarecer los hechos y conocer al o los responsables para llevarlos ante los jueces”.
La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas condenó el homicidio y expresó sus condolencias y solidaridad con la familia de Torres González.
Fapermex señaló que en Veracruz, en los últimos seis años –durante el mandato del gobernador Javier Duarte de Ochoa-, con el crimen en contra de Manuel Torres González, suman 18 los comunicadores asesinados en el territorio, y dos más que ejercían en esa entidad aparecieron muertos en otros estados.
En México, en lo que va de este año han sido asesinados 6 periodistas, con lo cual el registro de crímenes en contra de las libertades de Prensa y Expresión, desde 1983 a la fecha, asciende a 248 asesinatos: 216 periodistas, 8 trabajadores de prensa, 13 familiares, 8 amigos de comunicadores y 3 civiles.
Además de 26 desapariciones forzadas pendientes de investigación y por ende de aclaración.
México está ubicado en el primer lugar en el mundo en atentados a periodistas y está considerado el más peligroso para ejercer el periodismo.