Deja 32 heridos volcadura de camión de pasajeros en la México-Cuernavaca
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de mayo de 2016.- La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) se convierte día a día en un tinglado que ya toca al ámbito laboral y pone al descubierto nuevas irregularidades que es necesario atajar porque de lo contrario, si no se corrigen, derivarán en una obra plagada de corrupción, costosa, malhecha e inútil respecto a la que necesita el país, advirtió el diputado Rafael Hernández Soriano.
Ante los bloqueos recientes de transportistas que ya trabajan en la remoción de tierra en Texcoco, el legislador designado Presidente de la Comisión Especial que dará seguimiento a la Construcción del NAICM y al destino de los terrenos del actual, señaló que las demandas de incumplimiento de pago y otras inconformidades, deben ser atendidas inmediatamente.
El parlamentario federal perredista demandó al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), encargado del proyecto, transparentar y aclarar todo lo que ha hecho hasta el momento, en particular lo referente a la contratación, firma de contratos colectivos con un sindicato, marginación de otros y falta de pago a los trabajadores, pues todo esto está encareciendo los costos.
Por ejemplo –dijo-, el tercer paro de labores realizado por transportistas afiliados a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) y trabajadores de sindicatos independientes el pasado lunes 16 de mayo ya trajo consigo una pérdida multimillonaria cuyo resarcimiento será a costa de los contribuyentes mexicanos, aun cuando haya concesionarias privadas que también aporten capital.
Responsabilizó al GACM y a diversas autoridades de este problema, pues en conjunto firmaron el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) con un sindicato de “generación espontánea” -el Sindicato de Trabajadores del Transporte y Construcción, Similares y Conexos de la República Mexicana (SITRAM)- y marginaron a otros.
Recordó que como ha trascendido, las irregularidades en este rubro iniciaron desde un año antes de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), lanzara las primeras licitaciones para iniciar la construcción en septiembre de 2015.
En noviembre de 2014, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) ya había autorizado operar al SITRAM y el GACM ya había firmado con su dirigencia el CCT.
Con ello “congeló” y excluyó a sindicatos independientes, pero también a decir de ellos, a centrales como la CROM, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).
Ahora, tras ocho meses de trabajo, los trabajadores del SITRAM denuncian que su dirigencia, en particular su secretaría general, Laura Angélica Hernández, y su secretario del Exterior, Max Reyes Vilchis, ya les adeudan seis meses de trabajo, pero además con tarifas menores a las acordados.
“El GACM deberá transparentar todo lo referente a este asunto y aclararnos: ¿Por qué se contrató preferentemente al SITRAM con respecto a otros sindicatos transportistas? ¿Por qué hay tal opacidad en las tarifas y retraso en los pagos a los trabajadores?”, reclamó Hernández Soriano.
Advirtió que lo que mal empieza, si no se corrige, mal acaba, pero lo grave es que los costos de las mal hechuras las cargara la sociedad mexicana. “Todavía es tiempo de corregir”, insistió.