Denuncia oposición que Morena legisla por medio de fe de erratas
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de junio de 2016.- Si el gobierno quiere hacer algo realmente efectivo para detener la crónica devaluación del peso frente al dólar, deberá cambiar la composición de sus ingresos y gastos, es decir, combatir a los grandes evasores fiscales que incluso sustraen grandes cantidades de dólares del país, y privilegiar el gasto de inversión sobre el gasto corriente y, sobre todo, sobre el dispendioso, indicó el diputado del PRD Julio Saldaña Morán.
Advirtió, según un comunicado, que la verdadera debilidad de la moneda mexicana está en la insuficiente producción, innovación y productividad nacional; la consecuente compra de bienes, servicios y patentes a otros países, y la evasión y elusión fiscal por grandes cantidades de dinero a favor de unos cuantos empresarios y empresas.
Lamentó que hasta el momento el gobierno se empecine en seguir la misma ruta que tiene postrada a la economía nacional porque claramente mantiene su complicidad con los grandes evasores, su afán de dilapidar los recursos de la hacienda pública, y su insostenible dependencia de la innovación y desarrollo de otros países.
Nunca en la historia del país –recordó–, el peso mexicano se ha recuperado en su paridad frente al dólar y, desafortunadamente, todo indica que eso volverá a suceder porque el desempeño de nuestra economía es mediocre, a su vez a causa de una mediocre conducción.
Lo más grave es que eventualmente se agravará porque, en el ocaso de este sexenio, las inversiones extranjeras ni siquiera llegan como se pretendía a pesar de las llamadas “reformas estructurales”.
Dicho de otro modo –agregó–, las pocas inversiones que lleguen, como al sector petrolero, lo harán a cambio de mayores condiciones, prebendas y rendimientos, lo que a la larga será de poca utilidad para la moneda porque siempre conllevará una mayor salida de dólares respecto a los que se hayan invertido aquí.
Insistió en que durante los últimos años hubo recursos para al menos paliar esta situación, pero en lugar de invertirse en los proyectos que requiere la economía nacional para crecer y fortalecerse –como los de comunicación, telecomunicación, agua, energía, etcétera–, fueron desviados a fines indebidos, entre ellos, al enriquecimiento de unos cuantos políticos y pseudo empresarios.
Eventualmente –señaló–, esos recursos hubieran alcanzado incluso para revertir el lamentable estado de la economía nacional y del peso frente al dólar si los encargados de la hacienda pública hubieran cobrado a los grandes evasores y hubieran evitado que sacaran sus dólares a “paraísos fiscales”.
La devaluación, indicó, es una manifestación de que hay más demanda de dólares que oferta de los mismos, o de que hay más demanda de productos extranjeros porque no hay oferta nacional que los sustituya, pero que además hay pocos dólares para comprarlos. Eso nos pasa incluso con los alimentos porque el campo está abandonado.
El parlamentario perredista urgió al Ejecutivo a que rediseñe sus políticas económicas en el escaso tiempo que le queda y al Legislativo a que también actúe en ese sentido a la hora de aprobar el presupuesto de ingresos y gastos.