Descomplicado
La salida de Beltrones y la CNTE solamente manipula al 5 por ciento del total del millón 900 mil maestros de todo el país
Como era de esperarse desde el momento mismo en que se anunció la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en las elecciones del 5 de junio, — y, por cierto, el peor descalabro para el tricolor desde el 2000, cuando perdió la Presidencia de la República–, Manlio Fabio Beltrones, abandonó el timón del barco. Su renuncia no toma por sorpresa a nadie, pero para algunos no era el escenario más deseable, hoy que PRI enfrenta una debacle de proporciones bíblicas y corre un riesgo serio de perder las elecciones de nueva cuenta en el 2018.
La formación política que gobierna a México desde 1929, con una pausa de 12 años que terminó con la llegada del presidente Enrique Peña Nieto hace 3 años y medio, perdió 7 de las 12 gubernaturas en disputa y varias ciudades de importancia estratégica como Pachuca (Hidalgo), Ciudad Juárez, Tlaxcala, Zacatecas y Othón P. Blanco (Quintana Roo). La salida de Beltrones, además de la debacle electoral, se explica también por los fuertes enfrentamientos que mantuvo con algunas figuras del círculo íntimo del presidente Peña.
Hay que recordar que a pesar de su vasta experiencia política -fue gobernador de Sinaloa, subsecretario de Gobernación, senador y diputado-, realmente era considerado un advenedizo por los más cercanos a Peña Nieto. Siempre se le vio con recelo y hasta con envidia y por supuesto se le vetó cuantas veces fue posible y finalmente por ello se le considera un chivo expiatorio por la derrota del PRI.
Analistas consideran que Luis Videgaray fue el hombre que lo ató de manos y le, impuso a algunos candidatos, además de que hubo otros funcionarios federales que protegieron a varios gobernadores involucrados en actos de corrupción, como Javier Duarte, de Veracruz, Roberto Borge Angulo, de Quintana Roo y César Duarte, de Chihuahua.
Distinguidos priistas lo responsabilizan por los reveses sufridos. Por ejemplo, el ex diputado César Augusto Santiago señaló que Beltrones se equivoca cuando afirma que “los electores le dieron una lección al PRI, porque la lección fue para los gobernadores corruptos, cúpulas ineficientes y comunicadores sucios y charlatanes”.
Santiago señaló que “si en estos momentos no hacemos una autocrítica objetiva para enfrentar el futuro y continuamos festivos y condescendientes, creo que no habrá remedio. Son muchos años de esfuerzos de millones de priistas que nos respaldan para ignorarlos”, añadió el político chiapaneco y expuso que el PRI es de todos los priistas y no debe ser propiedad de las cúpulas y menos de las dinastías.
Beltrones hizo el anuncio de su salida durante una sesión de la Comisión Política Permanente del PRI, en presencia de consejeros, con quienes se reunió para analizar las causas de la derrota. “En congruencia con el compromiso de servicio y disciplina que asumí, presento mi renuncia”, dijo Beltrones.
Mientras se nombra a su sucesor, estará a cargo de la dirigencia el número dos del partido, Carolina Monroy del Mazo, prima del presidente Peña, lo que para varios priistas de peso es un gran desatino, porque si les restara un poco de vergüenza -aseguran-, el CEN en pleno debió haber presentado su renuncia.
Beltrones, a quienes sus críticos le endosaron el mote de “Don Beltrones”, señaló que el PRI fue el partido con más votos obtenidos en la contienda, a pesar de que el Partido Acción Nacional (PAN), le ganó en 7 estados. Aún con los cómputos adversos, el PRI gobernará 15 estados que concentran el 45 por ciento de la población nacional -dijo-, cuidándose de no mencionar que antes del proceso electoral gobernaba 19 entidades.
“Sin reducir un ápice la importancia de lo ocurrido, debemos sentirnos orgullosos de los triunfos”, indicó y dijo que su vocación es la política y seguirá en ella, aunque expuso que hoy le tocaba hacer una pausa necesaria. También aprovechó para lanzar algunas críticas indicando sobre los errores en que ha incurrido la más poderosa maquinaria política que ha dominado la escena pública del país tras la guerra civil de 1910.
“Hemos sido testigos del extravío de corrientes políticas. Vemos una extrema conservadora contra las preferencias sexuales; observamos sucesos misóginos, homofóbicos y actitudes francamente fascistas”, afirmó.
Cuestionó además a la izquierda extrema “que se radicaliza y pretende que las reformas se discutan en las calles”, en referencia al explosivo accionar del sindicato de maestros agrupados en la CNTE, en algunas zonas del sur del país, sobre todo en Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán.
El ex presidente del PRI, diputado César Camacho Quiroz, señaló en su oportunidad que el único culpable de la derrota del PRI es el propio partido y urgió a revisar a fondo qué ocurrió y tomar medidas inmediatas para hacer frente a los comicios futuros.
“El responsable de los resultados del PRI es el propio PRI y no hablo de la dirigencia nacional, sino de todos los que lo integramos. Todos los que militamos tenemos que ver con victorias y reveses”, indicó.
Con todo y las fuertes críticas que se le han endosado a Beltrones -algunas plenamente justificadas-, lo cierto es que el próximo presidente del CEN priista debe exigir respaldo presidencial y al mismo tiempo libertad absoluta para trabajar y no que se le ate de manos, como hasta ahora ha sucedido con sus dirigentes.
No obstante, habrá también que evaluar su capacidad de operación política, porque de nada sirve que llegue un líder joven, agraciado y de buen discurso, si no cuenta con la experiencia ni los conocimientos y las credenciales suficientes para ejercer el cargo.
Pero lo fundamental, repito, es que el nuevo presidente del Revolucionario Institucional sea un hombre que realmente cuente con el apoyo de Enrique Peña Nieto, porque fue precisamente su lejanía con él lo que llevó a Beltrones al fracaso electoral.
Según se comentó, Beltrones se entrevistó con Peña Nieto unos días antes de anunciar su salida, para presentarle un diagnóstico crudo de lo que había ocurrido. Ese informe enumeraba en detalle cada uno de los errores cometidos en la elección de candidatos, y la protección de varios gobernadores acusados de corrupción y enriquecimiento inexplicable, y hacía propuestas de cómo salir del hoyo en el que se metió la organización.
Sin lugar a dudas, el PRI deberá modificar radicalmente su estrategia con vistas a las elecciones federales de 2018, porque de no hacerlo, desde ahora su derrota estará asegurada, sobre todo por la circunstancia de que hasta este momento no cuenta con una figura realmente fuerte, que le asegure el triunfo. Y si además no elige a un dirigente nacional capaz y experimentado, volverá a ser una fuerza opositora, como lo fue por 12 años, desde la llegada de Vicente Fox, en el año 2000.
Hoy por hoy, las encuestas muestran casi un triple empate entre el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, por el PRI; la esposa de Felipe Calderón, Margarita Zavala por el PAN y Andrés Manuel López Obrador, por Morena, los porcentajes que se les atribuyen en las preferencias oscilan entre el 18 y el 20 o 22 por ciento. Es decir, hay todavía una franja enorme de indecisos.
Esta circunstancia es explicable porque aún está lejos la fecha de la votación presidencial, pero además porque todavía no saltan totalmente a la palestra aquellos aspirantes con ciertas posibilidades de competir, como podrían ser Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle (PAN); Jorge G. Castañeda y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” (independientes), entre otros.
Empero, quienes saben de política, aseguran que no habrá que perder de vista al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien tiene muchísimas más posibilidades de ganar como candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que el iluso jefe de gobierno de la capital Miguel Ángel Mancera, quien para colmo aún no se atreve a solicitar la membresía del partido y sueña aún con la opción de ser un aspirante independiente.
GRANOS DE CAFÉ
La violencia surgida el domingo pasado durante la liberación de los bloqueos en Oaxaca, prueba que la CNTE tiene un brazo armado que pretende desestabilizar al país, generar ingobernabilidad y recuperar privilegios para este grupúsculo que manipula a menos de 100 mil mentores que no representan ni el 5 por ciento del millón 900 mil profesores censados en todo el país. De acuerdo a registros periodísticos, el uso de armas de fuego que terminaron con la vida de 6 personas en Nochixtlán, se originó en el propio contingente de la CNTE para provocar la reacción de la policía federal y agudizar el conflicto.
Está más que probado que las movilizaciones para lograr la liberación de sus líderes Rubén Núñez y Francisco Villalobos, sólo han sido un pretexto para detonar la violencia y “convencer” a los menos de 100 mil mentores que dicen tener en sus filas, de radicalizar sus exigencias para revertir la reforma educativa como primer paso de su estrategia para extender su control hacia otras regiones del país.
El asesinato del reportero Elidio Ramos Zarate, del diario “El Sur”, de Juchitán, a manos de dos sicarios, tuvo como objetivo intimidar a los fotógrafos y camarógrafos que captaron el inicio de la balacera y, por consecuencia, el origen de la agresión desde las filas de la CNTE.
La radicalización de su movimiento, tiene como finalidad acceder al poder a toda costa y no a la defensa de sus fuentes de trabajo y mucho menos la mejora de la educación. Lo prueba el hecho de que las 4 entidades en las que tiene presencia, principalmente Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, lamentablemente posee los índices de aprovechamiento escolar más bajos del país, con un promedio de clases de menos de la mitad del calendario escolar, debido a los constantes cierres de escuelas para obligar a los mentores a asistir a marchas, plantones, bloqueos y mítines.
Incluso, como ha quedado registrado, obligan a los propios escolares a participar en sus marchas y los utilizan como escudos humanos, ante la creciente deserción de profesoras que, a pesar de las amenazas de suspensión y violencia en su contra, se han rebelado contra sus caciques, lo que ha menguado a sus contingentes. Cabe señalar que en educación básica las mujeres son mayoría. De cada 100 maestros, 68 pertenecen al sexo femenino y en educación media superior, la proporción es de 48 por cada 100.
Frente a esta realidad y ante la escalada violencia provocada por la CNTE, la respuesta del Estado mexicano debe ser enérgica y no ceder a los chantajes de los líderes de la Coordinadora y menos abrirles caminos para generar ingobernabilidad.
La postura del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, de condicionar el diálogo a una negociación política, frenará la actitud triunfalista que ya muestra la CNTE al reponer los bloqueos carreteros.
El propio Nuño Mayer condenó que exista quien utilice “un momento tan delicado” para obtener beneficios políticos.
Es cierto que la tensión social se ha agudizado en Oaxaca y ha permeado a otras entidades, pero ceder ante las exigencias de esta caterva de agitadores, holgazanes, violentos y corruptos -el enriquecimiento de Rubén Núñez Gines dirigente de la Sección 22 de Oaxaca así lo demuestra-, es un atentado sacrílego, porque ya han condenado el futuro de millones de niños, por la bajísima calidad educativa que han recibido de los integrantes de la CNTE, que en mala hora se apropiaron de su porvenir. Sus comentarios envíelos al correo: [email protected]