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CIUDAD DE MÉXICO, 24 de junio de 2016.- El todavía presidente nacional del PRD, Agustín Basave Benítez, aseguró que la observación hecha por el presidente a la llamada ley 3de3, incluida en la Ley General de Responsabilidades Administrativas, correspondiente a la legislación secundaria del Sistema Nacional Anticorrupción, es muy poco y se presentó demasiado tarde y señaló que técnicamente el Artículo 32 está “mal hecho”.
“Este no es el único problema de las leyes secundarias anticorrupción que se aprobaron, el artículo que el presidente observó, sí está mal hecho, no porque involucre empresarios o no, sino porque técnicamente en términos legislativos está mal hecho, no está claro, pero la observación fue muy poco y demasiado tarde”, enfatizó.
En conferencia de prensa en la sede partidista, Basave Benítez afirmó que estas leyes aprobadas tienen otros errores además de la llamada Ley 3de3. En este sentido, consideró que, para él, el problema principal es la designación del fiscal anticorrupción, ya que no se define su total autonomía del Estado.
“Para mí el problema fundamental en las Leyes Anticorrupción está en el Fiscal especial, si el Fiscal anticorrupción no es electo con garantías de que sea una persona autónoma, independiente del gobierno, no susceptible de ser cooptado, influenciado o manejado por el gobierno, entonces no va a servir de nada. A mí me parece que hay otros aspectos de estas leyes secundarias que fueron aprobadas, que son también cuestionables”, aseveró.
El líder perredista refirió que en su particular punto de vista el problema de corrupción en el país está en la distancia que hay entre la norma y la realidad, y lamentó que el Sistema Nacional Anticorrupción que significaba un avance en el tema, se hay distorsionado tanto, por lo que insistió en que es necesaria una nueva Constitución para el país.
“Tengo un particular punto de vista sobre el tema, el problema de la corrupción viene de lejos y este Sistema Nacional Anticorrupción significaba un avance en el combate a la corrupción en su versión original, no en la versión descafeinada y deslactosada que salió, para mí el problema está en la distancia entre la norma y la realidad, hay un abismo entre ambas, por eso he pedido una nueva Constitución para México y creo que la Constitución de la Ciudad de México es un preludio de una nueva para el país”, puntualizó.