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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de junio de 2016.- La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) reveló que la tortura es un acto justificable para la población Mexicana, a pesar de que es considerado uno de las acciones más aberrantes de la humanidad.
Durante la firma de Convenio de colaboración con la Comisión de Derechos Humanos de la capital (CDHDF), Jaime Rochin, comisionado presidente de la CEAV, reconoció que las cifras sobre la tortura son alarmantes, ya que la sociedad encuentra cierta aprobación para diferentes escenarios donde se ejecuta esta acción.
“El pasado mes de marzo, la CEAV presentó el diagnóstico sobre la percepción de la tortura, que arroja, a mi juicio, unas cifras preocupantes, casi una tercera parte de la población justifica la tortura bajo ciertas condiciones, mientras dos tercios no rechazan de manera enfática la tortura cuando se pretenda, por ejemplo, obtener información que pueda proteger a la población de un riesgo inminente.
“Por otra parte, seis de cada 10 personas justifica la tortura para alguien que haya cometido el delito de violación, mientras la mitad de las personas encuestadas aprueba la tortura como castigo cuando se comete un secuestro, estas cifras contrastan, cuando la tortura es igual o más grave que el homicidio, la violación, el secuestro y el robo con violencia”, comentó Rochin.
El funcionario corroboró que para la población la tortura es una aberración, pero está bien ejecutada para aquellos delincuentes que han cometido otro tipo de aberración.
Ante estas señalizaciones, Rochin dijo que es urgente hacerle saber a la gente que los derechos humanos deben acompañar a los delincuentes, a pesar de haber cometido algún tipo de irregularidad.
“Es decir, que la población en general sabe que la tortura es una aberración, pero está dispuesta a que se torture a quién haya cometido otro tipo de aberraciones por así decirlo.
“Esto nos conduce a una discusión que, me parece, es urgente tener, es indispensable hacer saber a las personas que los derechos humanos son inviolables, irrenunciables y permanentes, que acompañan a la dignidad. Una persona que haya cometido algún delito grave, sigue siendo una persona, que merece un castigo o una sanción por sus actos, pero merece conservar su dignidad humana”, comentó.
Para el comisionado presidente de la CEAV, la realidad es que en México no se ha erradicado la tortura tanto en concepto de vida o para ligarlo con las dependencias de impartición de justicia.
Incluso, recordó que también la tortura sexual es otro de los fenómenos que se ha representado en ciertos sectores de la población, como la comunidad homosexual.
“La tortura es una práctica que se lleva en todo el mundo y que encuentra en la impunidad su causa y su consecuencia, en México la tortura no se ha erradicado, la tortura se mantiene como práctica, como concepto, como algo inevitable que las personas tienen en la justicia y el orden.
“La tortura es hecha por un acto de discriminación también, como consecuencia al rechazo o al miedo hacia lo que pueda considerarse diferente así la tortura puede manifestarse con unos de los peores rostros, como el de la tortura sexual en contra de personas por el simple hecho de su orientación sexual, identidad o expresión de género, como ocurre a personas de LGBTTI”, confesó Rochin.