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PARÍS, Francia, 2 de julio de 2016.- Alemania rompe la maldición y en una dramática serie de penales avanza a la ante sala de la gran final. Italia no pudo continuar con la paternidad sobre los bávaros y se despiden de la Eurocopa. Özil anotó para la Mannschaft y Bonucci empató para los Azzurris en el tiempo reglamentario.
La cancha de Bordeaux y los 42 mil aficionados que caben en el inmueble vivirían un duelo de tetracampeones mundiales. Ocho copas del mundo en un mismo escenario, en donde solo uno avanzaría a la antesala de la gran final.
Los alemanes sufrirían tempranamente, el jugador de la Juventus, Khedira, saldría por una lesión apenas en el minuto 15’. Uno de los jugadores claves y que da consistencia al medio campo germano.
Uno de los porteros ya emblemáticos de la historia y el mejor portero de la actualidad no vieron mucha acción en la primera parte, ya que las dos escuadras carecieron de profundidad en sus ataques, pero con dominio absoluto de los bávaros. Aunque los arqueros siempre seguros cuando se les necesitó.
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