El presupuesto es un laberinto
Al PRI y al gobierno de la República los han salvado últimamente los dramas internos que viven el PAN y el PRD
A la luz de los hechos, todo indica que el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto ha entrado a las horas más oscuras de su mandato, en una especie de embudo que lo va hundiendo más y más en el ostracismo, la incapacidad de reacción y la abulia.
El nombramiento de Enrique Ochoa Reza en la dirigencia nacional del PRI, enmarca ese panorama oscuro de un partido y un gobierno que parecieran no tener rumbo definido y que prefieren colocar personajes por conocer que corruptos conocidos.
Sin experiencia política y administrativa, el nuevo líder del PRI constituye una enorme incógnita. Lo único claro en su pasado es que proviene del grupo de Luis Videgaray, quien lo hizo funcionario de segundo nivel en la CFE, luego de fracasar en un intento por ser Consejero Electoral.
Lo peor del caso es que, como colofón de su gris pasado en la administración pública, su último acto fue incrementar las tarifas eléctricas luego de que Peña Nieto había publicitado que se reducirían tras la llamada Reforma Energética que, como la Educativa, sigue en duda.
Así, de pronto los priistas se ven nuevamente confrontados en grupos internos que se disputarán la candidatura presidencial. Los más visibles son los de Hidalgo, estado de México y el de Luis Videgaray. También, aparecen los de viejo cuño que, pese a su mala fama, se dan el lujo de opinar.
Más aislado está el caso de Aurelio Nuño quien, como globo de Cantoya, se va desinflando poco a poco, envuelto en el vendaval de la CNTE, ante la cual pareciera que pronto se va a inclinar.
Por la tangente se ha posicionado en las últimas semanas la figura del secretario de SEDESOL, José Antonio Meade Kuribreña, quien empieza a ser considerado como “el Plan B”, por si el PRI no logra amalgamar una candidatura de partido y tiene que optar por un candidato “independiente” o “ciudadano”.
Sin la soberbia de Aurelio Nuño, quien decía a sus amigos que “si no eres Doctor no eres nadie”, Meade es graduado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Doctor en Economía por la Universidad de Yale. Su historial académico es más que deslumbrante.
No es considerado un hombre “de partido”, pero tiene buenas relaciones políticas, fundamentalmente con el PAN. En la actual administración ha sido secretario de Relaciones Exteriores y actualmente de Desarrollo Social. Durante el período presidencial de Felipe Calderón Hinojosa fue secretario de Energía y Secretario de Hacienda. Es un tipo eficiente.
Actualmente es el único de los “los hombres del Presidente” que, junto con el de Turismo, Enrique de la Madrid, podría salvarse de la profunda mediocridad –por decir lo menos– en la que han caído todos los demás, que en el mejor de los casos prefieren guardar un bajo perfil para no entrar en la quemazón.
Es el único que, por imagen pública, podría hacerle sombra al tan temido Andrés Manuel López Obrador, que no es tan honesto como él se pinta, ni tan santo como él se cree. De hecho, sigue haciendo del diezmo la fórmula mágica para financiar sus viajes y campañas.
Por lo menos, el último caso documentado en ese sentido, es el de Lissette Jiménez Medina, presunta integrante de MORENA, a quien entre enero y febrero de este año le pagaron un millón 12 mil 772.20 pesos por “prestación de servicios”; 506 mil pesos mensuales. Esto, de acuerdo con el reporte de gastos que Morena-DF entregó como respuesta a una solicitud de información folio 5510000020416.
Como ese, en el PRD hay decenas de casos de dirigentes y trabajadores del Gobierno del Distrito Federal, a quienes les “mochaban” hasta el 30 por ciento de sus salarios para aportar a “la causa” de Andrés Manuel López Obrador.
Pero, volviendo al tema, el PRI anda más perdido que un perro en el Periférico en horas pico y el gobierno de la República sigue dando tumbos en una espiral que se agudiza más y más, porque los cimientos de la economía se le descuadran y el ambiente internacional, lejos de distraer o jalar reflectores, simplemente nos advierten que entre el Brexit y los atentados terroristas, el mundo se empina en un abismo negro y profundo que podría durar muchos años.
Vienen recortes, profundos recortes en el presupuesto. Se habla ya de un recorte de 4 mil millones de pesos a SAGARPA y de 62 millones de pesos a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) http://laredsocial-noticias.com/wp/?p=17781, con lo que la pobreza crecerá, al margen de las discusiones entre INEGI-CONEVAL http://laredsocial-noticias.com/wp/?p=17885
Pero, con todo y este panorama lúgubre, hay algunos gobernantes que se dan el lujo para los dislates, como es el caso de Aristóteles Sandoval, gobernador de Jalisco (PRI) quien, en lugar de gobernar, hace futurismo: “Osorio, Beltrones, Meade y Nuño, los gallos del PRI para el 2018”, incluyendo –quizá por consigna– a un candidato que ahora sólo opera desde la tenebra. Ojalá no salgan con otro Aburto, como “razón de Estado” para la salvación.
Al PRI y al gobierno de la República los han salvado últimamente los dramas internos que viven por su parte PAN y PRD, sumidos ambos, en una sorda lucha no sólo por los liderazgos de sus partidos, sino también por la batuta en los espacios que se están moviendo en el Congreso de la Unión.
En el PAN están enfrascados en la disputa para determinar quién asumirá la Presidencia de la Cámara de Diputados y quién coordinará a sus legisladores en el Senado de la República, una vez que concluya Roberto Gil Zuarth su gestión. Son posiciones de no poca monta. Se trata, ni más ni menos, que del Congreso de la Unión.
En el PAN se barajan los nombres para presidir la Cámara de Diputados de: Marko Cortés, actual coordinador del Grupo Parlamentario; Gustavo Madero y Cecilia Romero, ex presidentes del partido y Federico Döring, que ha sido varias veces diputado federal.
Lo único seguro es que, en ese jaloneo y disputa por los cargos, Madero tendrá que ser o presidente de la Cámara para encabezar la Mesa Directiva para el Segundo Año de la LXIII Legislatura o líder de la bancada azul. Ese es el pataleo que se está dando entre los hombres más fuertes del PAN por el momento: Anaya y Madero.
La masacre en el PRD se cuece aparte. Sus liderazgos débiles y descoloridos han dejado ver la orfandad en que se encuentran desde que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador los dejaron. Es un partido creado y fundido a imagen y semejanza del viejo PRI: no sabe vivir sin caudillos y de ahí los enfrentamientos entre las hordas y corrientes.
Ungida Alejandra Barrales Magdaleno como nueva lideresa, es lógico pensar que los estrategas de ese partido empezarán recomponer la imagen del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera –para quien la ex azafata trabajó hasta hace una semana– con el apoyo de Nueva Izquierda o “Los Chuchos”, la corriente otrora más fuerte del PRD que, en medio de la debilidad, tuvo que plegarse por la figura de Barrales.
Pese a la indignación de Miguel Barbosa, líder perredista en el Senado y de Pablo Gómez, representante del Sol Azteca en el Instituto Nacional Electoral, los perredistas empezarán a trabajar bajo la tesis de que el gobierno federal es el enemigo que les coloca “bombas mediáticas” y que el mejor rumbo que pueden tomar es el de la unidad de las izquierdas, aunque éstas estén más desdibujadas que una mala caricatura.
También por la tangente, se siguen moviendo en la oscuridad grupos ligados, por un lado, con movimientos subversivos y guerrillas que existen en nuestro país desde hace más de 40 años y que son los que, en gran medida, dieron sustento ideológico a organizaciones magisteriales y campesinas de antaño, muchas de las cuales se convirtieron en instrumento, rémoras y chantajistas del “sistema”, sirviendo a personajes, grupos o partidos políticos.
Están también los grupos civiles, que tienen en el movimiento estudiantil su tubo de escape más cercano, porque son hijos, hermanos, parientes de la gran familia clase mediera que domina el estrato mexicano, más cercanos a la pobreza y que se solidariza, muchas veces a ciegas, a causas que consideran justas, impregnados todavía por las enseñanzas marxistas y por la utopía de un mundo igualitario en medio del abuso y voracidad de los grandes capitales.
Estos últimos empiezan a tener su expresión en la UNAM, con acciones extrañas pero con significado, como bloquear avenidas y provocar a las fuerzas federales; o en la UAM, donde parecen haberle tomado la medida a las actuales autoridades y preparan una escalada de bloqueos y paros para debilitar al actual rector y dejar el terreno listo para incidir o decidir en la elección del próximo rector en el 2018.