Revira Fernández Noroña ante amago de Trump sobre aranceles
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de julio de 2016.- En el marco de la reunión que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México ha solicitado al presidente de la República sería conveniente que éste asumiera la responsabilidad de su administración en el incumplimiento de Pemex para producir gasolinas y diésel Ultra Bajos en Azufre (UBA), afirmó a través de un comunicado el diputado Julio Saldaña Morán.
Agregó que, si se considera el desastre que ha resultado la reforma energética y la chatarra en que los tecnócratas en el poder están empeñados en convertir Pemex desde hace décadas, se comprenderá por qué esta empresa no puede producir y comercializar los combustibles que la salud de los mexicanos requiere.
Advirtió que el problema de la contaminación no se resolverá mientras los administradores de Pemex no ofrezcan combustibles de mejor calidad para automotores, industrias, prestadores de servicios y uso doméstico, por lo que castigar a los conductores con el Hoy No Circula o cualquier otro en cualquiera de sus variantes es una clara e intolerable injusticia que inevitablemente desemboca en incumplimiento y corrupción, como se ha demostrado al momento.
Simple y sencillamente –puntualizó– no habrá manera de que los automotores emitan menos contaminantes, como se ha comprobado en “verificentros” incluso con vehículos de modelo reciente, porque ni los combustibles –gasolina y diésel– ni los automotores están en los parámetros requeridos para salvaguardar la salud.
Enlistó diversos hechos para demostrar que el gobierno federal y sus funcionarios al frente de Pemex y las Secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Hacienda y Crédito Público (SHCP) y Energía, entre otros, son unos farsantes en materia de combate a la contaminación, pues como parte del mismo Poder Ejecutivo emiten normas y plazos que luego incumplen.
Las autoridades emitieron en 1994 normas oficiales y especificaciones para mejorar los combustibles y abatir la contaminación atmosférica.
A partir de ello Pemex modificó esquemas de producción y sustituyó la gasolina Nova por la Premium. Fue un avance, pero insuficiente.
En julio de 2005 se publica la NOM-086-SEMARNAT-SNER-SCFI-2005, la cual exigía que todo combustible en el país, especialmente diésel y gasolina, fuera UBA a partir de septiembre de 2009.
El 20 de octubre de 2006 presentaron la gasolina Premium UBA, con 97 por ciento menos azufre respecto a Estados Unidos, Japón y Europa. Se importaría de EU y a partir de 2009 se fabricaría y distribuiría en todo el país. En 10 años –en este 2016– se eliminaría el Hoy No Circula y se evitarían cerca de 56 mil muertes prematuras entre 2006 y 2030.
Los directivos y administradores de Pemex nunca cumplieron la norma y solicitaron amparo para seguirla incumpliendo.
El 26 de febrero de 2014 volvieron a anunciar el proyecto Calidad de Combustibles Limpios para cinco refinerías con inversión de tres mil 400 millones de dólares. El objetivo sería el mismo anunciado en 2006, pero ahora se desarrollaría en 45 meses, es decir, hasta 2018.
Con la “reforma energética”, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) retomó el tema de la calidad de combustibles y emitió la norma emergente NOM-EM-005-CRE-2015 para permitir a los administradores y directores de Pemex distribuir gasolina y diésel UBA sólo en algunas zonas del país.
Sin embargo, a partir del 31 de enero de 2016 toda la gasolina en México debía ser UBA. Nuevamente se incumplió.
A pesar de ello, el 9 de mayo de 2016, autoridades federales y directivos de Pemex negaron que las gasolinas que comercializan en el ZMVM sean de mala calidad porque, aunque están amparados, dicen cumplir con la normatividad nacional e internacional.
Investigadores como Mario Molina, Héctor Riveros y Adrián Fernández; empresarios como los de la industria automotriz y gasolineros, y organizaciones pro ambientales y sociales lo ponen en duda.
Un informe de la Auditoría Superior de la Federación reveló que casi 60 por ciento de gasolina importada en 2014 se hizo sin hacerles las pruebas de calidad y cantidad requeridas.
En consecuencia, las muertes prematuras y el deterioro ambiental que se querían evitar siguen sucediendo por un irresponsable y criminal incumplimiento de directivos y administradores de Pemex.
Aun así, se castiga a los habitantes de la Zona Megapolitana del Valle de México con verificación sobre emisión de contaminantes imposibles de cumplir y con la negativa de presupuesto para transporte público.
Por todo ello, el diputado Saldaña apuntó que mientras las autoridades federales, en especial las responsables de la conducción de Pemex encabezadas por el presidente de la República, se obstinen en evadir su responsabilidad en el problema de contaminación, continuarán centrándose en los efectos y no en las causas, es decir, en medir cuántos contaminantes emiten los automotores y no en los combustibles de mala calidad que los provocan aunque los autos sean nuevos. Es cebarse en la ciudadanía por el incumplimiento gubernamental, concluyó.