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CIUDAD DE MÉXICO, 28 de agosto de 2016.- El secuestro de los hermanos Jorge y Juan Born, ocurrido en Argentina en 1974, aún se considera el más caro de la historia, y sobre el caso es el nuevo libro de la periodista argentina María O’Donnell.
El secuestro de los Born, editado por Debate y de reciente publicación en México, narra el secuestro de dos de los integrantes de una de las familias más ricas de Argentina, fundadores de la primera trasnacional de ese país, a manos del grupo guerrillero Los Montoneros.
Cuenta con el testimonio de uno de los secuestrados, Jorge Born, quien decidió revelar por primera vez en público los nueve meses de encierro a los que fue sometido por el grupo peronista. Asimismo, la obra describe el tamaño de la operación financiera, de tal magnitud que para la entrega del dinero al grupo se requirió la intervención del entonces presidente de Cuba, Fidel Castro.
Pero no sólo de eso trata el libro. Es también un viaje a uno de los periodos más convulsos de la historia argentina, con Isabel Perón al frente del país sudamericano, luego de la muerte de su esposo Juan Domingo Perón. Se trata asimismo de la época previa las dictaduras que tanto lastimaron al Cono sur.
Asimismo, la historia del secuestro no acaba con la entrega de 60 millones de dólares –equivalentes en la actualidad a pagar 300 millones de dólares– porque después parte de ese dinero sirvió para financiar la campaña de Carlos Menem, otra parte fue recuperada luego de la alianza entre Jorge, el mayor de los Born, y uno de sus captores, Rodolfo Galimberti.
O’Donnell habló vía telefónica con Quadratín México, y comparte que la realización del libro le llevó tres años, entre la investigación, la lectura de causas judiciales y sus reuniones con Jorge Born, así como la escritura, y reconoce que los giros de la historia son tan inesperados, que si fuera ficción, parecería inverosímil.
Una historia universal
– ¿Cómo es que decide hacer este libro sobre un secuestro realizado hace prácticamente 42 años?
– Un poco como cuenta el libro tiene una historia que había quedado, pese a ser excepcional por la cantidad de dinero, había quedado bastante perdida porque después del secuestro los hermanos Jorge y Juan Born se fueron a vivir a Brasil y ya nunca quisieron hablar más del caso. Así que fue un poco del azar y encontrar a las personas en el momento justo, se abría la posibilidad de tener el testimonio del principal protagonista.
– ¿Sigue siendo el secuestro más grande de la historia?
– Sí, es un ranking de una revista de negocios. En parte tiene que ver con que era otra época, fueron 60 millones de dólares pagados en 1975 y ahora serían más de 300 millones de dólares y ese dineral se pagó en efectivo; imagínate hoy con los controles, los bancos, había que formar unas sociedades y el movimiento físico de ese dinero es de esa época.
– Da mucho contexto, ¿cuánto tiempo le llevó hacerlo?
– Sabemos que los periodistas no vivimos de estos libros, entonces uno pide su trabajo y le va ganando tiempo a la vida, es un proceso de dos, tres o cuatro años, estuve año y medio recopilando material, sacando copias de la causa judicial, entrevistando gente, luego ordenando ese material y luego unos seis meses entrevistando a Jorge Born y un periodo de escritura que es largo también. Tengo otro trabajo que es el que me lleva más tiempo al día, entonces la escritura fueron como ocho meses más, fue un proceso largo, como de tres años desde que empecé hasta que terminé.
– ¿Cómo fue platicar con uno de los protagonistas, con Jorge?
–A mí esas cosas cotidianas de la vida en cautiverio eran realmente las que más me fascinaban. Ese encuentro del niño rico criado con todos los privilegios, con las familias más poderosas del país, vinculado con una de las cinco cerealeras que mueven el producto en el mundo y este hombre a los 40 años se va encerrado en un cuarto diminuto, sin una ventana, sin un baño y enfrentado a estos jovencitos de 20 a 25 años que tenían sus captores. Él prácticamente los doblaba en edad tenían una visión del mundo completamente distinta, entonces es ese encuentro, la adaptación y la estrategia que elige para su supervivencia, para romper la resistencia de su padre y todo es casi la idea de lo que más me interesó. Por eso me parece una historia bastante universal.
– Algunos de los personajes traspasan ese momento, algunos no de manera directa pero van trabajando para Néstor Kirchner; además, menciona la parte espiritista de Isabel Perón, ¿qué sorpresas encontró?
– Justo el libro trascurre en un momento crítico de la historia argentina en un contexto de las guerrillas latinoamericanas en los años 70, antes de que la región se llenara de dictaduras y estaban estas guerrillas guevaristas o que respondían a Cuba, a Rusia o a China. En Argentina era con la particularidad que estaba esta guerrilla peronista que eran los Montoneros y habían peleado por el regreso de su ideal (Juan Domingo Perón), de este hombre que duró prácticamente exiliado 20 años en Brasil y la consigna es que vuelve y este Perón que había sido un líder populista en los años 40, cuando vuelve a Argentina no tenía nada que ver con ese líder revolucionario que ellos habían imaginado y elige de vicepresidenta a Isabel. Él estaba ya muy enfermo y ella era una bailarina que había conocido en Panamá y que además vivía a la sombra de esa esposa que fue Eva Perón, que era una figura muy importante acá en Argentina y en cambio esta era una bailarina sin experiencia ni ninguna gracia, dominada por José López Rega (Ministro de Bienestar Social), que la hacía creer que mediante embrujos le transfería parte del espíritu de Eva Perón. Muere Perón y los Montoneros hacen justamente este secuestro cuando deciden pasar a la clandestinidad y pelear contra la viuda de Perón, el líder que tanto habían venerado y de quien rápidamente se desencantan y enseguida después de la muerte salen a combatir a la viuda y esta, paranoica, es manipulada en una Argentina con mucha violencia, con los militares listos para echarla del poder. Es un momento muy dramático de la historia argentina en el cual se desarrolla este secuestro, en parte eso explica por qué los Montoneros lo hacen tan espectacular, porque era un momento de todo o nada y de llevarse un botín tremendo para aguantar una larga lucha que fue parte del objetivo de los Born.
A todos se les torció el destino
– Parece el guión de una película, ¿hay alguna parte que le hubiera gustado saber o que no sabía y le sorprendió?
– Toda la historia me sorprendió. Va a haber una película de hecho, porque gustó mucho la historia. Toda la historia me atrapó, literalmente me quitó el sueño, me parecía mentira que esta organización de jóvenes tan jóvenes pudiera montar una estructura para tener nueve meses a dos hermanos, el colapso de Juan que al final liberaron antes al hermano menor. Lo tenían no tan lejos de Buenos Aires durante nueve meses y se montaron un operativo para hacer un cobro que los lleva a cobrar dinero en Suiza y entregarle la plata a Fidel Castro, que es el que se los tiene en custodia. Fue un operativo impresionante el que montan de una organización relativamente pequeña y muy joven
– ¿Qué ha pasado con estos protagonistas? ¿Cómo encontró a Jorge?
– Uno de los giros increíbles de la historia es que los Montoneros aportaron parte de ese botín a la campaña de Menem porque era justamente el que los indultó. Luego Rodolfo Galimberti, quien se encargó de parte del cautiverio de los Born, se peleó con Mario Firmenich (otro captor) porque nunca tuvo acceso al dinero. Se acercó años más tarde a Jorge Born y lo ayudó a montar un operativo para tratar de recuperar una parte del dinero y se formó entre ellos una sociedad increíble, entre Born y su ex captor Galimbertti. Los Born al pagar el rescate se tuvieron que mudar a Brasil porque estaban en una situación comprometida en Argentina y luego Jorge Born volvió a Argentina, en parte empujado por su deseo de recuperar una parte de ese dinero y junto con Galimbertti y una ayuda bastante corrupta del gobierno de Menem, terminaron logrando recibir una suerte de indemnización, así que a todos les torció el destino este secuestro. Ya ninguno volvió a ser el que era ni a cumplir el rol que tenían asignado.
– ¿Cómo convenció a Jorge Born de dar su testimonio que nunca había dado?
– Me fui ganando su confianza, le dije que si él colaboraba íbamos a hacer un libro, pero él se fue dando cuenta que tenía mucho interés en el tema y se fue dejando llevar. Supongo que también fue una relación que si bien no tuvo ninguna relación ni leyó el texto antes de que se publicara, también estaba como con ganas de contar esta historia, un hombre de cerca de 80 años. El libro le devolvió el papel de víctima que el sentía que quedó olvidado y frente a su círculo social, cuando se relacionó con Galimberti había quedado manchado si se quiere y el libro le da oportunidad de explicar eso que le pasó.
– ¿Por qué sigue vigente el caso?
– Lo que creo es que finalmente es una buena historia y las buenas historias quizá no tienen tiempo, si uno se propusiera contar esto en ficción sería una historia exagerada o inverosímil y a veces la realidad nos da oportunidad de contar historias extraordinarias, en el grado de que a uno le despierta la fascinación de que en algún momento ocurrieron.