El presupuesto es un laberinto
Eruviel goza de la confianza del Presidente Enrique Peña
La imagen fue captada por la lente de representantes de diversos medios de comunicación. Durante el evento inaugural del inicio del ciclo escolar 2016-2017, el lunes de la semana pasada, en Toluca, el Presidente Enrique Peña Nieto habló suave pero firme, amistoso, pero con el tono del jefe con el gobernador Eruviel Ávila Villegas.
Hubo sonrisas, momentos serios también, pero nunca de tensión. Dicen las versiones de los cercanos que hablaban de la sucesión mexiquense, del proceso interno del PRI. Y no hay desencuentros en la cúpula del poder mexiquense. Se han difundido algunas supuestas versiones de ese diálogo que, para muchos, marca el rumbo de la sucesión.
En el PRI preparan ya el proceso de elección interna
De acuerdo a lo que se comenta en los pasillos del tricolor, es que en el PRI ya están en plena preparación del proceso interno para elegir al candidato a gobernador. Debe ser este mes, pues supuestamente, por ahí del 18 de diciembre venidero, es decir antes de navidad, debe ser registrado el abanderado, aquel que tendrá el reto de mantener el poder para el tricolor en el territorio más importante del país poblacionalmente hablando.
Ese fue uno de los temas platicado entre el Presidente Peña y el gobernador Eruviel Ávila Villegas. Al menos ahí, no hubo contradicciones. Y no fue un sometimiento tampoco, más bien ventilaron un gran acuerdo político.
Se menciona que la decisión será mexiquense. Es decir, nada de imposiciones foráneas. Quizá con esto, muchos ven una lectura de que Luis Videgaray, el poderoso secretario de Hacienda, finalmente decidió no voltear hacia el territorio mexiquense y más bien, mejor seguir empujando su aspiración presidencial.
Por lo que toca al estado de México, queda en claro que Eruviel Ávila Villegas no podrá impulsar a nadie de sus preferencias personales y políticas. Pero tendrá que hacerse cargo del proceso y del resultado, amén de que con ello garantizará al concluir su período en el ejecutivo local, su vigencia política, seguramente desde el gabinete.
¿O acaso se planea Algún interinato?
Porque otra versión es que, si no lo van a dejar opinar en la elección del candidato, quizá Eruviel garantice su supervivencia política mediante una salida muy digna, es decir, adelantar su incorporación al gabinete presidencial. Ahora que se habla de que habrá dos cargos que quedarán vacantes, el aún jefe del ejecutivo podría arribar a uno de ellos y dejar a otra persona de la confianza presidencial en un interinato que se haga cargo de los comicios de 2017. Es más, ¿cómo les suena el secretario de gobierno José Manzur Quiroga para ello?
Claro que sería el escenario de menores posibilidades. Lo lógico es que Eruviel termine su período, que se haga cargo del proceso y que, con ello, eleve sus bonos políticos. Porque para muchos, -para otros tantos no-, tiene posibilidades de buscar la candidatura presidencial. Y terminar en el gabinete antes de tiempo, puede ir en su detrimento.
Se reduce la lista de los aspirantes
Y en este escenario, todo indica que la lista de aspirantes a la candidatura del PRI se reduce de manera notoria. Ya no se habla de 14 o 15. Se considera que las posibilidades son de Ana Lilia Herrera Anzaldo, secretaria de Educación; José Manzur Quiroga, secretario de Gobierno; la legisladora Carolina Monroy del Mazo; el procurador federal del Consumidor, Ernesto Némer y el legislador Alfredo del Mazo. Se incorpora a la lista el presidente estatal del PRI, Carlos Iriarte. Aunque van a patalear hasta lo último gente como Ricardo Aguilar Castillo.
Quienes ven que en este escenario la decisión se tome en Los Pinos, podría decirse que quedan casi fuera de la contienda, Erasto Martínez, Raymundo Carbajal o César Nomar Gómez Monge. Una incógnita será el destino de Cruz Juvenal Roa, actual coordinador de la bancada priísta en el congreso local.
Un comentario de José Ureña, en su columna teléfono rojo del periódico 24 Horas, indica que el ungido en el PRI mexiquense no será precisamente quien vaya en la punta de las encuestas, esas que ahora pareciera se mandan hacer como trajes a la medida.
Y es que la experiencia reciente del PRI, es que los que puntean las encuestas no siempre resultan candidatos ganadores de procesos formales, aunque arrasen en las internas.
Eso es buena noticia para gente como el secretario de gobierno José Manzur Quiroga o la propia Ana Lilia Herrera Anzaldo, que, a nivel local, son los que mayores posibilidades parecen tener. El primero, porque es quien se dice goza de la confianza de ambas partes, de Los Pinos y de Casa Colón, mientras que la segunda es un destacado alfil del ex mandatario Arturo Montiel Rojas.
Es evidente que será candidato quien tenga mejores amarres de operación política en el territorio mexiquense, el que tenga mejor comunicación con la estructura partidistas y quien goce no de la confianza, pero si que sea menos raspado por los partidos de oposición, alguien capaz de tender puentes estratégicos que eviten que las elecciones de 2017 conviertan al Estado de México en una tierra de guerra política, sin treguas de ninguna índole. Eso, es primordial evitarlo.