El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Lo que se lee no se pregunta
Sin duda, Donald Trump ha colocado a México en el centro de su discurso de campaña desde el primer día. Sólo recordar que el 16 de junio de 2015, cuando lanzó su campaña presidencial, la noticia con la que llamó la atención mundial fue su afirmación de que la mayoría de los mexicanos son «violadores» y que «traen drogas y crimen». Desde entonces, Trump no ha dejado de culpar a México por casi todos los males de Estados Unidos.
La gran pregunta es si sus declaraciones son parte de una campaña populista bien calculada para apelar a los sentimientos xenófobos de muchos votantes, o si tiene un rencor personal contra México debido a su fallido proyecto de apartamentos de lujo cerca de Tijuana en 2008.
Gracias a Twitter, que Trump ha utilizado, podemos suponer que al menos parte de la ira de Trump hacia México se debe a su fiasco con el proyecto de hotel y apartamentos de lujo Trump Ocean Resort Baja México.
El proyecto de tres torres, de la Organización Trump y la compañía inmobiliaria Irongate, fue anunciado en 2006. Dos años después, el proyecto tuvo problemas financieros, y Trump retiró su nombre del mismo. Para el año 2009 el proyecto fue suspendido y los compradores fueron a las cortes.
Trump dijo que sólo había licenciado su nombre al proyecto, y que no había participado en la construcción. En noviembre de 2013, después de más de cuatro años de litigio, Trump llegó a un acuerdo extrajudicial con unos 100 compradores de apartamentos, según reportó Los Ángeles Times en ese momento.
En un tuit del 24 de febrero de 2015, Trump escribió: «Tengo una demanda en el corrupto sistema judicial de México que gané, pero que hasta el momento no pude cobrar. ¡No hagan negocios con México nunca!»
*** Los focos rojos
TOME NOTA *** Desde que anunció sus intenciones de contender por la nominación republicana para la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump no ha dejado de hablar de México ¿Cuáles son sus protestas que afectarían directamente a los mexicanos?
Su tema favorito, y el que más reacciones ha provocado entre políticos mexicanos, es la construcción de un muro fronterizo de más de mil 600 kilómetros.
La propuesta del magnate es que el muro, cuya altura aún no está definida, sea pagado por México, para detener a los pobladores que buscan entrar a Estados Unidos. El costo de esta propuesta es de más de 10 mil millones de dólares, según él mismo.
En abril, Trump dio a conocer una propuesta para que México pague por el muro: modificar una norma dentro de la ley antiterrorismo para cortar los envíos de dinero a México hasta que se realice el pago.
De acuerdo con la campaña, México perdería más de 25,000 millones de dólares (mdd) por el bloqueo de remesas.
Lo más grave de esta propuesta, de acuerdo con el presidente Barack Obama, son las «consecuencias para la economía de México», que a su vez podrían generar nuevas olas de migrantes mexicanos que tratan de entrar en Estados Unidos ante la difícil situación económica en su país.
Actualmente, una visa de diez años para Estados Unidos tiene un costo de 160 dólares (más de dos mil 800 pesos mexicanos). La campaña de Trump propone apuntar sobre estos documentos para presionar a México a pagar por el muro, ya sea con la aplicación de cobros más altos o su total cancelación.
El magnate ha amenazado con aumentar hasta en un 45 por ciento las tarifas de productos mexicanos y chinos. Estados Unidos es el primer socio comercial de México. Las naciones comparten una balanza comercial de 121 mil 985 mdd, con un superávit para México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía. Ante las fuertes palabras de Trump, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, ha dicho que la posibilidad de que el magnate gane las elecciones en Estados Unidos se refleja «implícitamente» en los modelos de riesgos del Banco Central.
Más personas laborando mueven la economía. El plan de Trump de deportar a más de 11 millones de inmigrantes indocumentados encogería la población estadounidense en un tres por ciento.
Los mexicanos representan casi la mitad de esa cifra. En 2014, había 5.6 millones de inmigrantes mexicanos no autorizados viviendo en Estados Unidos, de acuerdo con datos del Centro de Investigación Pew.
Luego de que Ted Cruz, el principal contendiente de Trump por la candidatura republicana a la presidencia, anunciara la suspensión de su campaña, el peso comenzó un proceso de depreciación.
En lo que va de 2016, el peso mexicano ha sido la segunda divisa emergente que más ha perdido frente al dólar estadounidense con una depreciación 3.04 por ciento, y solo superado por el peso argentino que presenta una baja del 7.8 por ciento.