Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Pura prospectiva: La Constitución Política de la Ciudad de México tendrá el ADN de dos corrientes de izquierda, fácilmente identificables por la marca de Miguel Ángel Mancera y de Andrés Manuel López Obrador.
Pero antes, esas dos fuerzas se van a enfrentar en una suerte de super libre para tratar de incorporar el mayor número de artículos constitucionales de su cosecha.
Los tiempos ya cambiaron, porque para el PRD sus principales adversarios no serán el PAN ni el PRI –pues apenas pintan en este terreno–, ahora es Morena que arrasó con las votaciones del 5 de junio en la elección de los diputados del Constituyente.
Aunque al PRD se le ve debilucho y lleva muchas peleas perdidas, no le queda de otra y va la super libre con el apoyo de sus aliados de temporal, los albiazules y los tricolores. Y con la estrategia TenB (todos en bola) seguramente conseguirá superar en votos a Morena, por eso Martí Batres reclama que no hay suelo parejo.
Horas antes de que consumaran los tiempos legales, enmarcados por los festejos patrios del 15 de septiembre, Mancera Espinosa fue el actor principal de uno de los protocolos más importantes de su carrera política, la entrega de la propuesta de nueva Carta Magna a la Asamblea Constituyente.
Este fue el punto de arranque de una etapa de cuatro meses en los que veremos de todo en las sesiones de la Asamblea Constituyente, desde agrios y encendidos debates, hasta patadas voladoras y llaves de fantasía como la mítica hurracarrana.
Mancera estuvo atento a la preparación del documento elaborado por un equipo asesor y otro redactor, apoyados en una moderna plataforma de consulta ciudadana en línea y 300 módulos en el marco de lo que se denominaron los Sentimientos de la Ciudad.
Pero los integrantes de Morena no se durmieron en sus laureles y sin decir agua va difundieron un documento alternativo con las propuestas que llevarán a la tribuna del Constituyente, allá en las instalaciones de la casona de Xicoténcatl.
Al PRD lo tomó por sorpresa que los representantes de Morena convocaran a la instalación del Constituyente y exigieron manos fuera del gobierno de la CDMX y del Senado. ¡Morena intentó madrugarnos! Se quejaron en el PRD.
La marca Macuspana se sintió en la presentación del documento de los principios de Morena para la nueva Constitución, pues de entrada propone como objetivo recuperar para la Ciudad de México su carácter de “Ciudad de la Esperanza”. ¿Dónde hemos escuchado eso?
Lo increíble han sido las respuestas airadas de quienes hace apenas unos años eran sus correligionarios, pues los integrantes del sol azteca acusaron a Morena y a Bernardo Bátiz de presentar algo así como Los Mandamientos de López Obrador.
En la otra esquina había colaboradores de Mancera a quienes se les quemaban las ganas por dar a conocer el borrador de la nueva Constitución, pero Mancera decidió reservarlo mientras lo revisaba para entregarlo horas antes de que se instalara el Constituyente. Dicen que Mancera arrastró el lápiz en el articulado.
De aquí al 31 de enero de 2017 seremos espectadores de la muy estruendosa super libre en la que simbólicamente se jugarán algo más que máscara contra cabellera. Aquí no se distingue a los técnicos de los rudos, más bien todos parecen rudos.
Para empezar, la presentación de Bernardo Bátiz metió mucho ruido entre los perredistas, porque ondeó entre otras banderas propuestas para incorporar a la Constitución de la CDMX la revocación del mandato; una cruzada anticorrupción a través de auditorías ciudadanas con la incautación de los bienes producto de la corrupción y la aprobación de la nueva Constitución mediante un referéndum.
Por el lado del equipo asesor de Mancera destaca un documento que propone hacer ley muchos de los planteamientos del jefe de gobierno, sin contraponerse con la Constitución federal. Incluye aspectos de orden presupuestal, la recuperación del Fondo de Capitalidad –que el próximo año apareció en el PEF con cero fondos–; el combate a la corrupción y la garantía de la transparencia y la designación de las autoridades como un tema de autonomía ganada a pulso por los habitantes de la Ciudad de México.
Póngase cómodo, lo mejor está por verse. La función apenas comienza.
El despegue de Mancera
El jefe del gobierno de la CDMX sabe que una vez que se integre la nueva Constitución, a más tardar el 31 de enero de 2017, tendrá que esperar a que se promulgue. Ahí termina la participación de los diputados de la Asamblea Constituyente.
El nuevo esquema con alcaldes en lugar de Delegados y una Cámara Legislativa, que hoy todavía opera como ALDF, ocurrirá hasta 2018 cuando se realicen elecciones para esos fines y se elija al primer gobernador de la CDMX.
Esa parte ya no le tocará a Mancera, quien tendrá que definir en 2017 su participación como candidato de alianza en la presidencial de 2018.
Mancera va a todas las fiestas donde lo invitan para darse a conocer. Además ya se metió en la producción de spots –aprovechando su IV Informe–, para no quedarse atrás de todos los que lo hacen como los dirigentes de los partidos Anaya, Ochoa y López Obrador.
Lavaderus est
1.- Rudos contra rudos. En la tribuna del Constituyente se confrontarán las oratorias de Porfirio Muñoz Ledo, Augusto Gómez Villanueva, Alejandro Encinas, Bernardo Bátiz, Carlos Payán y Jesús Ortega. También hay uno que otro técnico como Santiago Creel y Gonzalo Altamirano y tribunas de lujo como Beatriz Pagés Llergo Rebollar y Olga Sánchez Cordero.
2.- Con la venia de Ángel Viveros. ¿Cómo se dice Consejo de Decanos para la Asamblea Constituyente de la CDMX en lenguaje premoderno?
La danza de los viejitos.
3.- Memes tabasqueños.