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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de septiembre de 2016.- De 1994 a 2014, la tasa de mortalidad por cáncer de mama en México ha aumentado de manera constante de 14 a 18.1 muertes por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a cifras más actuales de 2014 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Secretaría de Salud (SSa) y anexos de diversos informes de Gobierno.
Este índice se concentra principalmente en los estados de Sonora, Coahuila, Nuevo León, Jalisco, Colima, Aguascalientes y Ciudad de México.
A nivel mundial, este tipo de padecimiento es el segundo más mortal al representar 15 muertes por cada 100 mil habitantes, siendo Argentina, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Egipto, Níger, Nigeria, Serbia y Sudáfrica.
A pocos días de octubre, mes de la lucha internacional de la lucha contra el cáncer de mama, en México existen tres medidas básicas de detección: autoexploración (esta se recomienda realizarla mensualmente en mujeres de 20 a 74 años de edad); exploración médica (se aconseja realizarla anualmente de los 20 a 39 años, y de acuerdo a los resultados puede llevarse a cabo cada tres años. A partir de los 40 años, se recomienda realizarla anualmente); y mastografía (estudio médico que se recomienda realizarse de los 40 a 74 años bianualmente).
En los últimos siete años se han triplicado la cantidad de mastografías realizadas en el sector salud. En cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se diagnosticó alrededor de 40 por ciento más cáncer en el periodo 2013-2016, que en 2009-2012, en aproximadamente 300 mil mujeres por año, logrando realizar 1.1 millones de detecciones de cáncer de mama con mastografías.
Respecto a la mortalidad de esta enfermedad, en el mismo periodo la mortalidad disminuyó 18.6 por ciento en derechohabientes, comparado con el incremento de 30.4 por ciento en no derechohabientes, según la fuente de defunciones del Inegi.
En la transición de enfermedades agudas a las crónicas de generativas a nivel mundial, misma que ha obligado a las instituciones del país a cambiar estrategias de salud basadas en lo curativo a lo preventivo, el Instituto en conjunto con la Fundación IMSS, A.C. lanzó la campaña Mi Lucha es Rosa.
Si el cáncer de mama, cérvicouterino o de próstata se detecta en las primeras dos etapas, la capacidad del sistema de salud de curarlas es de un 80 por ciento, señalaron autoridades del Seguro Social; en caso de que la enfermedad avance, la capacidad de revertirlas se reduce.