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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de octubre de 2016.- A 48 años del genocidio contra estudiantes en Tlatelolco, México sigue inmerso en un escenario crítico por la enorme desigualdad que trastoca a la población juvenil, afirmó Jesús Zambrano Grijalva, Vicecoordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados.
A través de un comunicado, expuso que aun cuando queda claro que las armas no son la solución, existe el riesgo de que los grupos guerrilleros ya existentes en México no sólo crezcan, sino que surjan nuevos.
El ex combatiente en la Liga Comunista 23 de Septiembre durante la década de los años 70, explicó que “cada vez tenemos la presencia de más jóvenes armados; pero, al mismo tiempo, el riesgo de que surjan nuevos grupos guerrilleros y crezcan los ya existentes como una forma de manifestar que los espacios institucionales que hoy se tienen, no son suficientes para cambiar el rumbo del país”.
Por ello, dijo que “es apremiante para México, que sigan vigentes los reclamos por una sociedad más igualitaria, que las nuevas generaciones no caigan en la inmovilidad y en el abstencionismo de participación política. Que el escepticismo y la rebeldía natural de la juventud no se vayan al escenario de: ‘Ni caso tiene votar, movilizarse, organizarse’.
Es necesario, señaló, buscar siempre solución a estas inconformidades por los cauces institucionales; porque de lo contrario, se cae en el inmovilismo político o en salidas falsas, o irse a las armas como vía para cambiar la situación actual del país, o a los brazos de la delincuencia organizada.
“El 68 –recalcó el legislador federal- fue una expresión de la lucha por espacios y libertades políticas, ante la cerrazón del sistema monopartidista de la época, en la que no se permitía que hubiera voces ni expresiones que disputaran el monopolio del control político o, por lo menos, permitieran la expresión de voces plurales”.
“Cualquier manifestación, cualquier expresión pública en ese sentido, tenía como respuesta la represión por parte del Estado mexicano, de los gobiernos priistas; y la expresión más salvaje de ello, la más brutal fue el genocidio del 2 de octubre”, recordó.
Hoy, repuso, estamos ante la presencia de múltiples expresiones de inconformidad contra atropellos de las autoridades y por hacer valer las libertades y derechos alcanzados, especialmente los derechos humanos, así como por tener mayores oportunidades de desarrollo ya que se va adquiriendo más conciencia de que el reto principal empieza a ser el de la sobrevivencia.
Es decir -explicó Zambrano Grijalva- ya hoy puedes tener un título en la mano, puedes expresarte libremente sin el riesgo ni la magnitud que se tenía en los años 60 y principios de los 70; pero las nuevas generaciones en la actualidad, tienen incertidumbre sobre su futuro, su mañana y qué va a pasar con ellos.
“Sí, somos un país con más libertades políticas y esa es la gran herencia de la cuota de sangre que se aportó el 2 de octubre, y es lo que nos dejan los movimientos de aquellos tiempos; pero somos un país con un enorme déficit social, somos más desiguales hoy de lo que éramos hace ya casi medio siglo que se dio el movimiento del 68”.