Confían demandantes en reforma laboral ante Monreal
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de octubre de 2016.- En el marco de la reunión de trabajo que sostuvo el diputado federal Fidel Calderón Torreblanca con el Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, celebró la coincidencia que se tiene en el sentido de que es necesario ajustar la estrategia económica de nuestro país.
En el encuentro, dijo Calderón Torreblanca, el Gobernador del Banco de México reconoció que hay que ajustar la estrategia porque hubo circunstancias no previstas tanto en la economía global como nacional.
De acuerdo con un comunicado, el legislador sostuvo que no se puede ni se debe cargar más la mano a los que menos tienen, “se debe hacer una reingeniería financiera con tributación progresiva en donde los que mayor recurso obtengan sean los que mayor aporten, tal y como ocurre en la mayoría de los países que integran la OCDE y no las clases medias ni los más pobres”.
Ante el gobernador del Banco de México, Calderón Torreblanca insistió en la necesidad de aumentar el salario para fortalecer la economía y contribuir así en el dinamismo de nuestro país; en este sentido Agustín Carstens señaló que si bien un incremento al salario puede generar inflación, ésta no se genera “punto a punto” y por ello es viable ver la posibilidad de explorarlo.
Respecto a la liberación del precio de la gasolina e hidrocarburos, Calderón Torreblanca rechazó que vaya a darse un incremento progresivo en donde paguen más los que más tienen, como defiende el gobierno federal. Por el contrario, será un incremento que pegará directo en los grupos más vulnerables, en el consumidor final, porque todo prestador de servicio de transporte que movilice productos o personas aumentará su costo.
Durante el encuentro, Fidel Calderón, pidió al Gobernador del Banco de México adoptar las medidas que sean necesarias para tener una transición estable en el 2018 más allá de quien gane la Presidencia de la República.
Por último, en entrevista, Calderón Torreblanca confió en que la mayoría priista en el Congreso sea sensible a las demandas sociales y no apliquen su mayoría legislativa; que el Ejecutivo Federal respete el presupuesto que aprueben y no vaya a modificarlo de una pincelada como lo hicieron con el actual.