Cerramos la etapa del institucionalismo neoliberal, considera Monreal
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de octubre de 2016.- El concepto de la familia en nuestro país ha cambiado, representa la realidad social que se expresa a partir de diferentes formas, y querer negar este hecho o reprimir estos nuevos vínculos sociales, es querer actuar a partir de preceptos totalitarios, destacó el diputado del GPPRD, Alejandro Ojeda Anguiano.
De acuerdo con un comunicado, al presentar las conclusiones del foro Diversidad de Familias y Matrimonio Igualitario, el legislador dijo que no se debe olvidar que “el Estado mexicano reconoce a la familia como una realidad social, incluyendo todas las formas y manifestaciones que de ella existen en la sociedad y el derecho de todas las personas al matrimonio sin discriminación alguna.
Ojeda Anguiano, quien fue el promotor de este foro que se realizó en la Cámara de Diputados, demandó a las diversas asociaciones religiosas e iglesias y, a los ministros de culto, a respetar al Estado laico, y los llamó dejar atrás posturas oscurantistas que lo único que generan es discriminación e intolerancia hacia la diversidad sexual.
Allí afirmó que en un Estado laico no caben las pretensiones del clero cuando busca involucrarse en temas netamente civiles y de derechos humanos.
En tal sentido, el legislador externó su confianza de que las diversas fracciones parlamentarias en la Cámara de Diputados debatan y, en su caso, aprueben las iniciativas de ley que se han presentado para incluir en la Constitución la legalidad de los matrimonios igualitarios en todo el país.
“Espero que el PRI, no le tema a que se discuta y se apruebe la iniciativa que mandó el presidente Enrique Peña Nieto y otras propuestas que en el mismo sentido se han presentado, como lo hizo el GPPRD en el Senado de la República.
Las conclusiones del foro “Diversidad de Familias y Matrimonio Igualitario”, donde participaron académicos de diversas universidades del país, representantes de organizaciones sociales, familiares, de la diversidad social, de derechos humanos y partidos políticos, fueron:
I.- El Estado laico debe prevalecer en todo momento y las instituciones públicas deben actuar apegadas a una absoluta neutralidad. Los dogmas que pretende imponer el clero en los temas de familia son inadmisibles en temas de aspecto civil y político. Por lo que hacemos una declaración enfática, rechazando cualquier pretensión del clero a involucrarse en temas netamente civiles y de derechos humanos.
II.- El concepto familia está cambiando y como legisladores debemos atender los nuevos vínculos sociales. La familia no sólo se une por cuestiones de sexualidad, en la actualidad no queda supeditada al género. Las actuales problemáticas sociales han generado que la familia se forme no sólo por integrantes con vínculo consanguíneo. Hoy en día personas de la tercera edad se unen para procurarse mutuamente. Ante la falta de los padres, los abuelos que cuidan a los nietos.
Igual, mujeres y hombres se unen de forma libre, buscando integrar objetivos comunes y proyectos de vida. Las nuevas relaciones sociales no sólo se están integrando para procrear. Solidaridad y protección es la esencia de la familia, por lo tanto, hablar de familia es hablar de amor, procuración mutua. Por ello, la diversidad de familias en esencia es un derecho humano, ya que forma parte de los derechos relativos a la libertad de decidir.
III.- Reconocer la diversidad de familias, nos lleva a libertades como el matrimonio igualitario. El núcleo social tradicional de los seres humanos, ha permitido que otras formas de unión puedan establecerse. En las sociedades contemporáneas el matrimonio igualitario, es un derecho humano que debemos reconocer.
No podemos seguir negando otras formas de estructuras familiares, ya que la sociedad nos está dando muestra de que el matrimonio es, ser o estar, libre de géneros. Por ello, como legisladores debemos aceptar y reconocer la realidad y adoptar las medidas necesarias para garantizar que el derecho humano a matrimonios igualitario sea efectivo y no se discrimine a ninguna persona.
Nos vamos convencidos de nuestra libertad de ser. Nos unimos libremente sin importar nuestras preferencias, somos libres y únicos. Nosotros decidimos con quien compartir nuestras vidas y nadie puede imponer formas de pensar.
IV.- En breve presentaremos iniciativa para que la diversidad de familias sea reconocida como derecho humano en la Constitución y, en consecuencia, el matrimonio igualitario tenga efectos jurídicos en todas las entidades a nivel nacional.