Poder y dinero
¿A qué va tanto Francisco Guzmán al Edomex?
Las suspicacias en el Estado de México están a su máxima expresión. Todo lo que ocurre en el ámbito gubernamental federal y local genera curiosidad, llama la atención y genera elucubraciones, sospechas.
Es en este contexto que empieza a llamar la atención la recurrente presencia del poderoso jefe de la oficina de la Presidencia de la República, Francisco Guzmán Ortiz en tierras mexiquenses. El fin de semana antepasado estuvo en Huixquilucan donde entregó más de seis mil despensas y más de 6 mil tarjetas bancarias, -con fondos hasta por 2 mil 750 pesos cada una- a familias de escasos recursos.
Ese beneficio llegó a por lo menos seis municipios circunvecinos, además de la sede, por supuesto. Y estuvo acompañado del gobernador Eruviel Ávila Villegas. Y en su discurso señaló ir con el encargo del presidente Enrique Peña Nieto, “porque el Estado de México merece atención prioritaria. Y yo soy orgullosamente mexiquense”.
Esa misma dosis, -de tarjetas bancarias y despensas-, mismo acompañante, -el gobernador Eruviel Ávila Villegas-, se repitió este fin de semana, ahora en Zinacantepec. Sobra decir que los alcaldes de los municipios beneficiados y otros más, hacen acto de presencia.
Lo que se empiezan a preguntar es porqué el jefe de la oficina de la presidencia, de cuyo poder nadie duda, con apenas 36 años de edad, pareciera empezar a despuntar con el caballo negro de la contienda interna del PRI mexiquense rumbo a la elección de su candidato a gobernador.
Ser enviado a su tierra, -aunque nació en el Distrito Federal tiene vecindad en Huixquilucan-, con recursos, respaldo y hasta la compañía del propio gobernador, llama mucho la atención. En estos tiempos, ese tipo de placeo y oportunidades, sólo llegan si hay un objetivo específico.
Y en este caso parece haberlo. Francisco Guzmán es joven, tiene una carrera política meteórica, -sólo comparable a la de César Camacho Quiroz de la mano de Emilio Chuayffet- y pareciere que el PRI nuevamente quisiera apostar por los jóvenes para cargos de alta responsabilidad.
Ciertamente por ahora Francisco Guzmán no tiene anticuerpos políticos. Ha sabido guiarse bien con la clase política local y nacional.
Es por eso que las suspicacias apuntan a que en realidad él es el preferido de quienes toman las decisiones en el PRI para ser el candidato al Gobierno del Estado de México.
Sin embargo, nada está escrito. Hacia fuera, siguen siendo vistos con posibilidades Ernesto Némer, José Manzur Quiroga, Carolina Monroy del Mazo, Ana Lilia Herrera Anzaldo, el propio Alfredo del Mazo.
El tema es que como empiezan a suceder tantas cosas, más pareciera que el PRI tiene la decisión tomada pero hace creer a la sociedad y a su propia militancia que el juego está abierto, que habrá democracia interna.
Al final del día sabremos si lo de Francisco Guzmán es un engaño con la verdad o una estrategia distractora o bien para calmar los ánimos, como un mensaje para decirle a los aspirantes: “o se ponen de acuerdo en unidad o nosotros decidimos y miren nada más y nada menos que con quien”.
Porque el perfil de Francisco Guzmán sin duda es positivo. Como ya dijimos, no tiene aún enemigos políticos o detractores. Aunque es claro que si él fuera el nominado le van a sobrar ambas cosas.
Además, recaer en Francisco Guzmán, evidenciaría una decisión netamente presidencial, sin duda.
Y atacar al hombre del presidente, no cualquiera se animaría dentro del PRI. En la oposición ya sería otra cosa.
Por ahora, se queda en la cabeza de los mexiquenses que lo han escuchado ese discurso de que, “el presidente me ha encargado la atención prioritaria del Estado de México. Yo soy orgullosamente mexiquense”.
Algo, algo quiere decir Francisco Guzmán.