Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de octubre de 2016.- Las mujeres no han sido valoradas y son maltratadas en México, pese a que son el Resistol que une al país, afirma la escritora y periodista Elena Poniatowska.
“Las mujeres en México son muy importantes y han sido olvidadas y no se trata sólo de festejarlas el 10 de mayo el Día de la Madre, las mujeres son un elemento aglutinador, el Resistol que une a todo el país y las más pobres, de menos recursos económicos, las que cuando hay tres hijos recogen a uno que no tiene nada, son muy generosas”, expresa en entrevista con Quadratín México.
La autora de uno de los libros más conocidos del siglo 20 en México: La Noche de Tlatelolco, hace un homenaje a distintas mujeres del país en su nueva obra, Las Indómitas, editado por Seix Barral.
“Hablo de las mujeres más pobres, de las taquilleras del Metro, las que están en los mercados vendiendo, las que a la hora del terremoto llegaron con sus grandes ollas a repartir arroz y frijol, a repartir hasta chicharrón en salsa verde que es una delicia. Fueron de una generosidad durante el terremoto en 1985, que iban a ayudarle a los que estaban encima de los edificios tratando de sacar a la gente”, recuerda la escritora de 84 años.
En su nuevo libro la ganadora del Premio Cervantes en 2014 escribe además sobre Josefina Bórquez, mujer en quien se inspiró para hacer su primera novela, Hasta no verte Jesús mío. También aborda las aportaciones de las escritoras Josefina Vicens, autora de El Libro Vacío, que deslumbró a Octavio Paz, y las de Rosario Castellanos, quien en sus novelas denunció las condiciones de miseria de los indígenas chiapanecos.
Poniatowska dedica asimismo crónicas a mujeres activistas, un caso es el de Rosario Ibarra de Piedra, quien desde fines del siglo pasado ya denunciaba casos de desaparición en México, y otro es el de la activista Marta Lamas, feminista reconocida en toda América Latina.
Entrevistada en su casa del pueblo de Chimalistac, al sur de la Ciudad de México, la querida reportera se sienta al lado de un cojín con el rostro caricaturizado de Andrés Manuel López Obrador, con la leyenda AMLO presidente.
Alrededor, en las paredes se extiende una amplia biblioteca con libros en español y en inglés, son novelas, estudios sociales o de arte, colocados al lado de algunos retratos de Poniatowska. Cerca de la puerta que recibe a los visitantes está un escritorio con fotos enmarcadas, una de las cuales resalta sobre las demás, es la de ella con su amigo Carlos Monsiváis, ambos sonrientes en la imagen.
-¿Por qué escribir sobre mujeres, en un género como el ensayo?
-Más bien son crónicas, son sobre las soldaderas, otro es sobre doña Rosario Ibarra de Piedra, otro sobre el personaje de la novela Hasta no verte, Jesús mío, que es Jesusa Palancares, que en realidad su nombre era Josefina Bórquez. Ahí cuento toda su vida, donde la conocí, cómo vivía, cómo trabajé con ella, cómo la fui a escuchar, porque es un personaje real. Los otros son ensayos sobre doña Rosario Ibarra de Piedra, quien fue una luchadora social extraordinaria y ayudó mucho a hacer visible el problema de los desaparecidos. El otro ensayo es sobre Josefina Vicens, autora de dos libros únicos, uno que se llama El Libro Vacío. Otros personajes son Rosario Castellanos, una escritora mexicana muy completa y generosa, que se ocupó de hacer crítica literaria, hizo ensayo y crónica y finalmente todas las mujeres que han hecho algo por otras mujeres.
-¿Hubo alguna intención de sacarlo en un momento como el que se vive actualmente, de violencia contra las mujeres?
-Fíjese que coincide, no fue la intención para nada porque un libro se hace a través del tiempo. Un libro sobre las muchachas, las sirvientas, ‘Se necesita muchacha’ [así se titula la crónica incluida al respecto en el libro], sobre Nellie Campobello o Alaíde Foppa que la mataron en Guatemala, quien vivió muchos años en México y la consideramos mexicana, y Marta Lamas que es ícono del feminismo mexicano y latinoamericano.
-En el caso de Rosario Ibarra quien alertó sobre desapariciones en México, ¿qué nos puede decir?
-Desapareció su hijo y ha sido una luchadora social formidable. Ella ayudó a que surgieran muchas otras madres, algunas que se conformaban y decían ‘ay pues quién sabe en qué andaba mijo, ya le mandamos a hacer su misa’. Gracias a Rosario ellas se movilizaron y dijeron que era imposible que desapareciera la gente en nuestro país y se convirtieron en formidables luchadoras sociales.
-¿Hay alguna crónica por el que tenga mayor cariño?
-Le tengo enorme cariño a Jesusa Palancares, a la heroína de Hasta no Verte Jesús Mío que fue una soldadera, siento gran devoción.
-¿Por qué?
-La conocí, la quise, la visité durante un año una vez por semana y para mí fue importantísima, fue como un modelo de vida.
-En el caso de Josefina Vicens y Rosario Castellanos las conoció…
-Claro, por eso escribo de ellas que en cierta manera están olvidadas, se habla ya poco de Rosario Castellanos, de Josefina Vicens.
-¿Qué recuerda más de ellas?
-Bueno, Rosario Castellanos ahora se lee más por lo del subcomandante Marcos en Chiapas y habló de los chiapanecos más pobres desde un principio, hizo una serie de cuentos y sus dos novelas giran en torno a Chiapas, Balún Kanán y Oficio de Tinieblas. Josefina Vicens hizo dos novelas extraordinarias con las que destaco, una fue El Libro Vacío, sobre la que habló Octavio Paz.
-¿Ha pensado en hacer Las Indómitas 2?
-Puedo hacer todos los libros, nada más tengo que tocar madera que Dios me de vida porque ya tengo 84 años, pero ahora estoy haciendo una novela sobre los Poniatowski que me cuesta mucho trabajo y espero terminar.
-¿Esta obra cuánto tiempo le llevó?
-Ay no sé, eso sí no me fijo, soy periodista, escribo una vez por semana en un periódico, escribo para la revista de la Universidad, así que lo que más hago en la vida es escribir.
-¿Será novela lo de los Poniatowski, con mezcla de realidad?
-Sí. Porque del último rey de Polonia, Estanislao Augusto Poniatowski soy familiar de él.
-El 19 de octubre estuvo en la Feria Internacional del Libro del Zócalo y habló sobre la situación del país, ¿cómo la ve, su evolución, es peor que en otras épocas?
-Creo que sí, lo dijimos todos, Paco Ignacio Taibo II y Fabrizio Mejía Madrid, que con un presidente tan deficiente como Enrique Peña Nieto nos va muy mal.