Teléfono rojo/José Ureña
Inteligencia femenina.
Así empieza.
Un motorista se detiene en el taller de motocicletas para reparar la suya. Como no podían hacer el trabajo en el momento y no vivía lejos decidió caminar hasta su casa.
De camino se detuvo en la ferretería y compró un cubo y un yunque.
Luego entró en la tienda de animales y compró un par de pollos y un ganso. Sin embargo, tenía un problema. Cómo llevar a su casa toda la compra. El dueño de la tienda de alimentación, dijo «¿Por qué no pones el yunque en el cubo, llevas el cubo en una mano, un pollo debajo de cada brazo y llevas la gallina en la otra mano?» «¡Gracias!» dijo el motorista y salió por la puerta.
En la calle una mujer de edad se acerca a hablar con el hombre. Le dice que está perdida y le pregunta si podía decirle la manera de llegar al 1603 de la calle Sierra. El motorista dice: «Yo vivo en el 1616. Podemos tomar un atajo en este callejón obscuro y estar allí en breve».
La dama, ya con muchos años, lo examina con cuidado, y luego dice:
«Soy una viuda solitaria sin un marido para defenderme. ¿Cómo sé que cuando estemos en el callejón no me sostendrá contra la pared, me levantará la falta y me violará?
«El motorista dice, «¡Santo cielos señora! Llevo un cubo, un yunque, dos pollos y un ganso. ¿Cómo diablos podría sostenerla contra una pared y hacer eso?»
La dama entonces dice: «Dejas el ganso en el suelo. Lo cubres con el cubo. Pones el yunque en la parte superior del cubo y yo sujetaré a los pollos”.
Y aquí, no termina.