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CIUDAD DE MÉXICO, 2 de diciembre de 2016.- Ante el problema de salud que significa el uso de diésel en autobuses de transporte público, las capitales de Francia y México, París y la ciudad de México, respectivamente firmaron un acuerdo para prohibir en 2025 el uso de dicho combustible fósil.
Dicha medida fue tomada por ambas capitales, por los daños que causan las micropartículas generadas por el diésel que afectan los pulmones y el cerebro y cuya contaminación causó el año pasado dos mil 500 muertes en la capital francesa, explicó la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
“Es un tema de salud pública, hay muertos por la contaminación de diésel”, alertó la funcionaria parisina en conferencia de prensa ofrecida en el tercer día de trabajos de la Cumbre de Alcaldes de C40, celebrada en la ciudad de México.
En la conferencia estuvo acompañada del jefe de gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien se comprometió a que la ciudad de México deje de usar diésel en unidades del Sistema de Movilidad 1 [antes RTP] y que los autobuses del Metrobús en lugar de usar dicho combustible serán híbridos, a base de gas y electricidad.
Al acto acudió también el alcalde de Vancouver, Canadá, Gregor Robertson, quien reconoció el acuerdo y afirmó que es notoria la mala calidad del aire en ambas capitales.
“Las reconozco por dar el siguiente paso, debemos enfocarnos en la contaminación más peligrosa”.
Hidalgo reconoció que la transición del diésel a energías más limpias como el uso de gas o electricidad para camiones implica un reto, pero el C40 -grupo de 90 alcaldes de todo el mundo contra el cambio climático- irá acompañado de las empresas armadoras de autobuses.
“Con esto se abren mercados y oportunidades nuevas para la transición energética y económica», añadió.